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A medida que Hayworth fue creciendo, su padre vio el potencial que ella tenía y la convirtió en su compañera en un espectáculo que se llamaría, “The Dancing Cansinos”. Debido a que en ese entonces Rita no tenía edad legal para trabajar en clubes nocturnos y bares, ella y su padre cruzaron a México a principios de los treinta, donde se presentarían en distintos clubes repartidos por Tijuana. Sería en uno de esos clubes que Hayworth sería descubierta por el entonces encargado de la Fox Film Corporation, Winfield Sheehan. Una semana más tarde, Rita sería llevada a Hollywood para realizar una prueba de cámara para el estudio. Impresionado por su presencia en pantalla, Sheehan contrató a Hayworth (cuyo nombre artístico en ese momento era Rita Cansino) por seis meses. Durante su estadía en la Fox, Hayworth aparecería con roles menores en cinco películas, siendo la primera de estas “Under the Pampas Moon” (1953). Para cuando finalizó su contrato con el estudio, la Fox se había convertido en la Twentieth Century-Fox, y Darryl F. Zanuck era ahora el encargado del estudio. A Zanuck poco le importó el interés de Sheehan por la joven actriz, por lo que decidió no renovar su contrato.
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En 1939, Cohn presionó al director Howard Hawks para que le otorgara a Hayworth un pequeño pero importante papel en el drama de aviación, “Only Angels Have Wings” (1939), el cual estaba protagonizado por Cary Grant y Jean Arthur. La cinta resultó ser todo un éxito, y pronto Hayworth comenzó a recibir cientos de cartas de sus admiradores, por lo que Cohn comenzó a ver a la actriz como la primera estrella oficial del estudio (la Columbia nunca había tenido a una estrella bajo contrato, con la excepción de Jean Arthur quien en ese momento quería desligarse del estudio). De esta forma, Cohn comenzó a darle mejores papeles a Rita en cintas como “Music in My Heart” (1940), “The Lady in Question” (1940), y “Angels Over Broadway” (1940), con el fin de incrementar su popularidad. Incluso permitió que ella participara en la cinta de la MGM, “Susan and God” (1940), co-protagonizada por Joan Crawford. Al año siguiente, Hayworth iría a préstamo a la Warner Brothers donde participaría en el film, “The Strawberry Blonde” (1941), protagonizado por James Cagney y Olivia de Havilland.
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Durante este periodo, Hayworth posó para la Life Magazine con un seductivo negligé. Cuando los Estados Unidos se involucraron en la Segunda Guerra Mundial en diciembre de 1941, la actriz se convirtió en una de las favoritas de los soldados. Rápidamente pasó a ganarse el apodo de “la diosa del amor”. Pese a ser un símbolo sexual, ella se mostró discreta. De hecho, en una ocasión declararía: “todos los demás realizan escenas de desnudos, pero yo no. Nunca realicé películas que involucraran desnudos. No tenía la necesidad de hacer eso. Yo bailé y fui provocativa en algunos aspectos, pero nunca me expuse por completo”. El 7 de septiembre de 1943, Hayworth contraería matrimonio con Orson Welles. Ninguno de sus colegas conocía los planes de la pareja, la cual les avisó a sus más cercanos solo un día antes del matrimonio. Unas pocas horas después de la ceremonia, ambos regresaron a su trabajo en el estudio. Durante esta relación, la actriz tendría a su primera hija, Rebecca. Luego de estar casados durante cinco años, los problemas entre la pareja eran insoportables. Según Hayworth, Welles “no mostraba ningún interés por establecer un hogar. Cuando le sugerí que compráramos una casa, él me dijo que no quería asumir esa responsabilidad. Él me dijo que nunca debería haberse casado en primer lugar; que eso había interferido su libertad y su estilo de vida”.
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Su siguiente película, “The Loves of Carmen” (1948), sería la primera cinta co-producida por la Columbia y la productora de la actriz; The Beckworth Corporation. El film sería todo un éxito, y Hayworth recibiría un porcentaje de las ganancias, maniobra que repetiría en todas las cintas en las que participó hasta 1955, cuando tuvo que disolver su productora para pagar las deudas que mantenía con la Columbia. La actriz había mantenido una tensa relación con el estudio durante años. En 1943, ella fue suspendida sin derecho a sueldo por nueve semanas cuando se rehusó a aparecer en “Once Upon A Time” (1944). Cabe recordar que en aquella época, los actores no tenían la posibilidad de escoger sus proyectos como sucede en la actualidad, y además tenían salarios fijos. En 1945, la actriz nuevamente sería suspendida el día que se enteró que estaba embarazada. En 1947, Hayworth firmó un nuevo contrato con la Columbia el cual le prometía un salario de $250.000 dólares, además del 50% de las ganancias de sus cintas. En 1951, el estudio declaró que había invertido más de $800.000 dólares en propiedades para la actriz, la cual fue nuevamente suspendida en 1952, cuando faltó a las filmaciones de “Affair in Trinidad” (1952), con la excusa de que no le gustaba el guión.
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En 1948, Hayworth dejaría su carrera como actriz para contraer matrimonio con Aly Khan, con quien tendría una hija llamada Yasmin. En 1951, mientras aún seguía casado con ella, lo vieron bailando en un club nocturno con la también actriz, Joan Fontaine. Ese mismo año, Hayworth se divorciaría de Khan bajo el pretexto de maltrato psicológico. Durante la lucha por la custodia de su hija Yasmin, Khan declaró que quería que fuera criada siguiendo las costumbres musulmanas. Hayworth por su parte, quería criarla bajo la religión católica. De hecho, la actriz rechazó una oferta de un millón de dólares por criar a su hija como musulmana. La lucha por la custodia de la pequeña fue una de las batallas públicas más grandes de las que se tenga memoria en Hollywood. Hayworth temía que su ex marido secuestrara a su hija para llevársela a su país, por lo que se vio obligada a realizar diversas negociaciones para impedir que esto ocurriera. Lamentablemente, este no sería el último matrimonio desastroso de la actriz. Algunos meses después de divorciarse de Khan, Hayworth contrajo matrimonio con Dick Haymes, un cantante nacido en Argentina que intentó colgarse de la fama de la actriz. Debido a sus problemas económicos y a la falta de papeles que le permitieran extender su estadía en los Estados Unidos, las autoridades intentaron deportarlo. Sin embargo, Hayworth asumiría la responsabilidad de certificar la ciudadanía de Haymes mediante el lazo del matrimonio. Luego de dos años juntos, la actriz decidió separarse debido a los constantes abusos físicos y verbales que recibía por parte de su marido.
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La última cinta exitosa de la actriz sería el drama, “The Story on Page One” (1959). Durante la década del sesenta, Hayworth continuó trabajando en diversas películas las cuales no tuvieron demasiado éxito. La última cinta de la actriz sería el western, “The Wrath of God” (1972). Tímida y reclusiva, Rita Hayworth era la antítesis de los personajes que interpretaba en la pantalla grande. “Yo soy muy tímida”, dijo en una ocasión, “y sufro de complejo de inferioridad”. La actriz no tuvo una vida fácil. Según Barbara Leaming en su libro, “If This was Happiness: A Biography of Rita Hayworth”, cuando era una adolescente, Hayworth fue víctima de abuso sexual por parte de su padre. Posteriormente, sus matrimonios fallidos no hicieron más que arrastrarla a una espiral de destrucción marcada por el alcoholismo, que terminó deteriorándola por completo. El mito Rita Hayworth se extinguió una fría mañana de invierno de 1976 en el aeropuerto londinense de Heathrow, cuando el mundo esperaba a la diosa del amor de los cuarenta y del avión sólo descendió una mujer irreconocible, envejecida, desaliñada, ausente y muy asustada. Una de las estrellas hollywoodenses más brillantes de la época dorada del cine norteamericano, falleció el 13 de mayo de 1987 a causa del Alzheimer, no sin antes quedar inmortalizada en decenas de películas donde demostró su lado más bello y glamoroso.