miércoles, 4 de noviembre de 2009

Béla Lugosi: El único y verdadero Drácula hollywoodense.

Béla Ferenc Dezső Blaskó, más conocido como Béla Lugosi, nació el 20 de octubre de 1882 en Lugos, Rumania, que en ese entonces formaba parte del Imperio Austro-Húngaro. Hijo de Paula de Vojnich y István Blasko, Béla fue criado en el seno de una famila católica, la cual gozaba de una buena posición social y económica. Sin embargo, la situación familiar cambiaría drásticamente cuando el padre de Lugosi falleció, cuando el pequeño solo tenía 12 años. Debido a esto, Béla tuvo que abandonar el colegio para encontrar trabajo como minero, en la mina de Resicabanya. Con respecto a este brusco cambio de vida, varios años después Lugosi declararía que los primeros años de su vida no fueron tan idílicos como uno podría imaginarse, debido a que constantemente recibió maltratos psicológicos por parte de su padre, quien era una persona dominante y absorbente. Además de trabajar como minero, Béla también se desempeñó como ferroviario y obrero de la construcción, hasta el momento en que finalmente la situación familiar logró estabilizarse.

Béla terminaría estudiando interpretación en la Academia de Música y Artes de Budapest. Apróximadamente a los 19 años, él comenzaría con su carrera teatral utilizando el nombre artístico de Arisztid Olt. En el teatro tendría la oportunidad de encarnar a toda clase de personajes y explorar distintos géneros, cosa que posteriormente en Hollywood no podría realizar. Durante este periodo, participaría en una buena cantidad de obras de Shakespeare, y en otras donde interpretaba papeles de galán. Precisamente, ya en esa época, Béla tenía fama de mujeriego, algo que mantendría durante el resto de su vida, siendo infiel en todos sus posteriores matrimonios. En 1911, el actor su mudaría a Budapest donde se integraría al Teatro Nacional de Hungría, donde según el mismo Lugosi, él no tardaría en convertirse en el actor principal de la compañia teatral. Sin embargo, existen pruebas de que el actor solo consiguió papeles menores, con la excepción de una ocasión en la cual tendría la oportunidad de interpretar a Jesús.

Pese a que su carrera como actor estaba en franco ascenso, Lugosi participó en la Primera Guerra Mundial como teniente del 43 regimiento de infantería del ejército Austrohúngaro, recibiendo una herida en la pierna la cual nunca llegó a sanar. Luego del término de la guerra y el derrumbamiento del Imperio, el actor seguiría participando en política, llegando incluso a fundar un sindicato de actores. En 1917 contrajo matrimonio con Ilona Szrnik, de quién se divorciaría en 1920. Este sería el primero de sus cinco matrimonio. De todas formas, en 1917 protagonizaría su primera película; “Az ezredes”. Entre 1917 y 1919, Lugosi protagonizaría otras veinte cintas más, entre las que se encuentran: “Droschke 99” (1918), “Az Élet kiráya” (1918), “Lili” (1918), y “Casanova” (1918), entre otras. Lamentablemente, nuevamente su alegría sería efímera; las crisis políticas por las que estaba atravesando su país lo obligaron a emigrar hacia Alemania y luego a los Estados Unidos. En Alemania el actor tuvo la posibilidad de participar en cintas como “Auf den Trümmem des Paradieses” (1920) y “Die Todeskarawane” (1920), las cuales le ayudaron a conseguir prestigio crítico y social, además de darle la oportunidad de trabajar con grandes directores como Michael Curtiz y F. W. Murnau, quien le brindó la ocasión de aparecer en su primera película de terror, “Des Januskopft” (1920), una suerte de plagio de la clásica historia de Jekyll y Hyde.

Cuando la situación en Alemania comenzó a complicarse debido a la ascensión del nazismo, Lugosi tomó la decisión de mudarse a los Estados Unidos a fines de 1920, pese a no manejar muy bien el inglés. Al año siguiente conocería a Ilona Von Montag, con quien contraería matrimonio. Sin embargo, debido a las infidelidades del actor, la pareja terminaría divorciándose en 1924. A su llegada a los Estados Unidos, el actor comenzaría a utilizar de forma definitiva el nombre de Béla Lugosi, el cual utilizó ocasionalmente en Europa, no sin antes darse cuenta que su estatus de estrella en Hungría y Alemania poco le serviría en Hollywood, especialmente debido su marcado acento húngaro, del cual nunca lograría desprenderse. Luego de participar de manera esporádica en obras teatrales y desempeñar diversos oficios que no estaban relacionados con el teatro, luego de su participación en la obra “The Red Poppy”, Lugosi sería contratado para participar en la cinta “The Silent Comand” (1923), donde tendría un brevísimo papel. Fue así como comenzó a obtener pequeños papeles en cintas como “Black Camel” (1931) o “He Who Gets Slapped” (1924), donde en esta última tendría la oportunidad de trabajar junto al gran Lon Chaney.

Durante sus inicios en Hollywood, Lugosi estaría bajo contrato con la MGM, estudio que por lo general le asignaría papeles de escaso interés al actor. Durante este periodo, Lugosi contraería nuevamente matrimonio, esta vez con la millonaria Beatrice Woodruf Week, con quien duraría un escaso tiempo, debido a la aventura del actor con la estrella de cine mudo Clara Bow. La verdad es que Lugosi tendría más suerte en el teatro. Sería gracias a la obra de Hamilton Deane y John L. Balderston, “Drácula”, donde Lugosi personificaba al villano, que este terminaría convirtiéndose en una estrella hollywoodense. Sería tan arrollador el éxito de la obra, que la cabeza de la Universal, Carl Leammle Jr., pronto pensaría en adaptarla al cine. Sin embargo, el ejecutivo había pensando en Lon Chaney para interpretar el papel del famoso vampiro. Luego de que Chaney falleciera a causa de un cáncer, y que Conrad Veidt rechazara el papel, Lugosi vió como se abría una posibilidad para participar en el film, pese a que en la Universal no lo querían.

Con tal de lograr su objetivo, Lugosi comenzó una larga y duradera correspondencia con la viuda Stoker para que esta cediera los derechos al cine de la novela “Drácula”. Lugosi, gracias a su labia, convenció a la viuda para que vendiera los derechos de la obra a un precio muy bajo. Respecto a esto, siempre se ha rumoreado que el actor consiguió seducir a la viuda Stoker por carta. Otras versiones indican que llegó a conocerla en persona. De todas formas, esto sumado a su éxito en el teatro, y a la aceptación de un salario muy bajo, terminaron convirtiendo al actor en el protagonista del “Dracula” (1931) de la Universal. Pese a los diversos problemas que presentó la producción de la cinta, esta terminó convirtiéndose en un éxito inmediato al momento de su estreno, catapultando la fama de Lugosi, el cual terminaría firmando un contrato con la Universal, además de obtener la nacionalidad americana en junio de 1931. Lamentablemente, su felicidad duraría poco debido a un error fatal: la vanidad le impidió aceptar el papel del monstruo de Frankenstein en “Frankenstein” (1931), puesto que no lo consideraba interesante al carecer de diálogo. Para Lugosi, el monstruo de Frankenstein era un personaje al que consideraba humillante interpretar. Irónicamente, el actor se vería en la obligación de encarnarlo algunos años después, con el solo fin de sobrevivir económicamente.

Sin Lugosi, la Universal se vio en la obligación de buscar a un nuevo actor que encarnara a la criatura, encontrando de esta forma a Boris Karloff, quien terminaría por ocupar el puesto de Lugosi como la mayor estrella del cine de terror. Debido a esto, Béla comenzó a ser progresivamente rechazado, a lo que se sumaba el hecho de que el actor tenía fama de ser una persona conflictiva, que solía discutir acerca del enfoque artístico y técnico de los proyectos en los cuales trabajaba. Además, existía una latente xenofobia en los espectadores de la época, lo cual le hizo mucho daño a la carrera del actor quien nunca pudo disimular su acento. Sin embargo, el declive de Lugosi no fue inmediato. Participó en “Island of Lost Souls” (1932), la primera adaptación cinematográfica de la novela de H. G. Wells, “La Isla del Doctor Moreau”. También participó en algunas adaptaciones de la obra de Edgar Allan Poe, como por ejemplo “Murders in the Rue Morgue” (1932), “The Black Cat” (1934), y “The Raven” (1935), donde en estas dos últimas haría equipo con Boris Karloff. Durante la realización de “Murders in the Rue Morgue”, Lugosi sufriría su primera humillación al interior de la Universal; la actriz Sydney Fox, que era la amante del productor, sería acreditada antes que Lugosi, pese a su menor presencia en escena, hecho que molestó de sobremanera al actor. Esto desataría una discusión entre él y el productor del film, lo que terminaría marginando a Lugosi de la Universal durante un tiempo.

Esto gatilló que Lugosi comenzara a frecuentar el cine independiente, participando en la mítica “White Zombie” (1932), la cual es considerada como la primera cinta de zombies de la historia del cine. Al año siguiente, Lugosi contraería matrimonio con Lillian Arch, con quien estaría casado hasta el año 1953, y la cual sería la madre de su único hijo, Béla G. Lugosi. De vuelta a los grandes estudios, el actor protagonizaría un remake de la mítica cinta perdida de Lon Chaney, “London After Midnight” (1927), el cual sería titulado, “The Mark of the Vampire” (1935). Sin embargo, el actor deseaba interpretar papeles “normales”, de héroe o de galán, alejándose de esta forma de encasillamiento del que era víctima. Lamentablemente, fracasaría en prácticamente todos sus intentos por conseguir roles diferentes. Por ejemplo, si bien participó en la comedia “Ninotchka” (1939), del director Ernst Lubitsch, su papel era el de un villano soviético. Lo más cercano a un héroe que interpretaría Lugosi sería el Dr. Vitus Verdegast en la cinta, “The Black Cat”, donde el villano de turno es nada menos que Boris Karloff.

Además de las ya mencionadas “The Black Cat” y “The Raven”, Lugosi también actuaría junto a Karloff en las cintas; “The Invisible Ray” (1936), “The Son of Frankenstein” (1939), y “Black Friday” (1940), siempre interpretando papeles secundarios. Paralelamente, las películas independientes en las que participaba el actor eran cada vez más mediocres, aunque por los menos en esas producciones mantenía su rol de protagonista absoluto. En 1935, Lugosi viaja a Inglaterra para filmar “The Phantom Ship” (1935), la primera cinta de terror de en ese entonces, una pequeña compañía llamada Hammer Films. De todas formas, la carrera del actor fue arruinándose progresivamente. Aunque continuó trabajando en el teatro y en el cine, su situación económica era bastante precaria, a tal punto que tuvo que pedir prestado dinero para pagar la factura del hospital cuando nació su hijo en 1938. La década del cuarenta comienza con la participación de Lugosi en dos cintas independientes, “The Dark Eyes of London” (1940), y “The Invisible Ghost” (1941), en las cuales realiza un estupendo trabajo.

Lugosi intentaría revitalizar su carrera ofreciendo sus servicios a la Universal en su nuevo proyecto, “The Wolf Man” (1941). Lamentablemente, sería rechazado y el papel le sería otorgado a Lon Chaney Jr. De todas formas, a Lugosi se le permitió interpretar a modo de homenaje al gitano Bela, quien es el otro hombre lobo de la cinta. Durante este periodo oscuro, la desgracia nuevamente golpearía la puerta del actor. Las heridas que había sufrido durante la guerra se habían convertido en un mal crónico para él, por lo que tras probar sin éxito remedios naturales para mitigar su dolor, terminó consumiendo opiáceos. Lentamente, y sin pretenderlo, se terminó convirtiendo en un drogadicto. Para 1943, Lugosi estaba casi en bancarrota y se encontraba muy enfermo. Esto lo empujó a interpretar al monstruo de Frankenstein en la cinta, “Frankenstein Meets the Wolf Man” (1943). Lamentablemente el resultado fue desastroso; tanto la crítica como el público se burlaron de su actuación, lo que sin duda humilló a Lugosi y lo terminó arrastrando a un espiral descendiente del que ya no podría salir.

A esta cinta le seguirían films como “The Return of the Vampire” (1944), una revisión de la Columbia sobre el tema del vampirismo; “One Body Too Many” (1944), una comedia negra en la cual Lugosi interpreta a un mayordomo asesino; y la mediocre “Ghost on the Loose” (1943), donde lo único rescatable es la actuación de Lugosi y la de Ava Gardner. En 1945, la RKO volvió a reunir a Lugosi y Karloff en “The Body Snatcher” (1945), cinta en la cual el personaje de Lugosi sufriría múltiples recortes, al punto que apenas aparece en el film. En “Scared to Death” (1947), el actor aparece en su primera y única película a color, mientras que en la comedia “Abbott and Costello Meet Frankenstein” (1948), Lugosi interpretaría por segunda vez al conde Drácula. Ya a estas alturas de su carrera, el actor se dedicaría mayormente al teatro, retornando solo de forma esporádica al cine para protagonizar engendros tales como “Mother Riley Meets the Vampire” (1952), o “Bela Lugosi Meets a Brooklyn Gorilla” (1952), dos comedias que no hacen más que reflejar la decadencia del actor en ese momento. En 1953, Lugosi se divorciaría nuevamente, quedando solo y enfermo. El Béla Lugosi de esta época suele ser descrito como un hombre solitario y muy excéntrico, el cual dormía en un ataúd y viajaba en un coche fúnebre, intentando revivir sus glorias pasadas.

Durante este periodo, Lugosi filmaría algunos videos en los que daba clases de matemáticas a los niños, los cuales sin duda resultan bastante curiosos. En el peor momento profesional y personal del actor, aparecería en su puerta un joven y ambicioso director llamado Edward D. Wood Jr. Él era un ferviente admirador de Lugosi, y estaba decidido en convertir al actor nuevamente en una estrella. Sin embargo, pese a sus buenas intenciones, las cintas de Wood estaban lejos de ser obras maestras (de hecho, es sabido que ostenta el título del “peor director de la historia”). El director le ofreció a Lugosi el papel de narrador en “Glen or Glenda” (1953), y el papel protagónico en “Bride of the Monster” (1955), dos películas repletas de falencias técnicas pero realizadas con bastante corazón. En esta última, el personaje de Lugosi realiza un monólogo casi autobiográfico, donde reflexiona acerca de su situación (solo, exiliado, olvidado y humillado), demacrado y casi llorando, lo que sin duda es el momento más conmovedor del film. Esto le devolvió la ilusión a Lugosi, cuya última película de estudio sería, “The Black Sleep” (1956).

La amistad de Wood llegó a darle una pizca de alegría a un viejo atormentado, el cual se casaría nuevamente, esta vez con Hope Linniger, al mismo tiempo que preparaba nuevos proyectos con Ed Wood tales como, “The Ghoul Goes West”, “The Phantom Ghoul”, y “Dr. Acula”, los cuales nunca serían filmados. Su última cinta sería “Plan 9 From Outer Space” (1959), en la cual solo participaría en una escena, debido a que fallecería durante el rodaje de la cinta (terminaría siendo reemplazado por Thomas R. Mason, un pedicuro e hipnotizador que no se parecía en nada al actor). El 16 de agosto de 1956, Béla Lugosi fallecería a causa de un infarto cardiaco. Fue enterrado con su capa de Drácula, recuerdo de su momento de esplendor. A su funeral asistirían pocas personas, entre las que se encontraba su viejo rival Boris Karloff, quien afectuosamente pronunciaría algunas palabras elogiando a su colega. A fines de los cincuenta, se comenzaría a emitir por televisión muchas de las antiguas cintas de Lugosi, reivindicando la figura del actor y convirtiéndolo en la leyenda que es hoy en día. Béla Lugosi fue una figura importante en la consolidación del género del terror, y pese a que en su momento su trabajo no fue apreciado como era debido, afortunadamente su legado quedo plasmado para siempre en decenas de films que nos recuerdan que la figura de Lugosi es tan inmortal como su conde Drácula.














por Fantomas.

3 comentarios:

Don fofo dijo...

El Drácula mas caballero de la historia del cine, todo un señor de respeto.

gracias por el articulo,llegando a la casa lo leo con más atención.

Dialoguista dijo...

Un articulo más que bueno!!! El universo psicológico de Bela es por demás complejo, sus estados anímicos, su carácter, su mimesis con el personaje, todo una complejidad psicológica abrumadora para si mismo.
Excelente post Fantomas!!!

Living Dead Punk dijo...

Es una lástima que en su momento Béla no haya sido apreciado como se merecía. Era sin duda un gran actor, y a mi parecer, su acento lo hacía sobresalir.

Bela Lugosi's dead... undead undead undead.

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