lunes, 26 de julio de 2010

André De Toth: Un artesano de la serie B norteamericana.

Sâsvári Farkasfalvi Tóthfalusi Tóth Endre Antal Mihály, más conocido como André De Toth, se dice que nació el 15 de mayo de 1913, en la ciudad de Makó, Hungría. Curiosamente, no existe una certeza de la fecha exacta en la que el director nació. Con respecto a esto, De Toth declararía una ocasión: “La fecha de mi nacimiento varía entre 1900 y 1920 según diferentes publicaciones, pero lo que importa es que nací. La verdad es que no recuerdo el evento, pero según una fuente cercana nací el 15 de mayo de 1913 en Hungría”. Hijo de un soldado convertido en ingeniero civil, durante su adolescencia De Toth desilusionó a su padre cuando este fue expulsado de numerosas escuelas y se rehusó a seguir una carrera en el ejército. Y es que desde muy temprana edad, De Toth demostró tener una veta artística cuando durante su pre-adolescencia organizaba shows en los que actuaba en solitario (aunque en un principio había intentado probar suerte con la pintura y la escultura, lo cual no se le dio demasiado bien). Durante este periodo, De Toth escribió su primera obra de teatro, la cual si bien jamás se llegó a estrenar, le dio la posibilidad de conocer al escritor Ferenc Molnar, quien se convirtió en su mentor asignándole la creación de un buen número de obras durante su juventud.

Luego de graduarse de abogado en la Royal Hungarian University a principios de los treinta, De Toth probó suerte en la industria cinematográfica húngara, donde trabajó como operador de cámara para el famoso realizador Istvan (Stefan) Eiben. Durante la década del treinta, se dice que De Toth vivió en varias ciudades de Europa y visitó los Estados Unidos en numerosas ocasiones. Mientras se encontraba en Londres, De Toth ejerció diversas labores para los hermanos Korda antes de dirigirse a Viena para trabajar en la elaboración de un guión. Según el mismo De Toth, en uno de sus viajes a Los Ángeles escribió el guión de la cinta “The Life of Emile Zola” (1937), por el cual nunca recibió crédito alguno. En 1939 cuando regresó a Budapest, De Toth comenzó su carrera como director bajo el nombre de Endre Toth, llegando a realizar cinco películas en un año. Su primer film, “Toprini nasz/Wedding at Toprin” (1939), llamó la atención del productor Harry Cohn de la Columbia, aunque pasarían varios años antes de que el director se estableciera definitivamente en los Estados Unidos. Se dice que De Toth filmó cinco películas antes de que los Nazis lo asignaran como director de cintas de propaganda y crónicas de la invasión alemana a Polonia en 1939. Sin embargo, no existen pruebas de que esto sucediera.


De lo que sí se tiene certeza, es que De Toth regresaría a Londres para trabajar junto con los hermanos Korda, generalmente como asistente del productor y/o director de la segunda unidad, aunque sólo recibió crédito por su trabajo en la cinta “The Jungle Book” (1942). Finalmente seria Alexander Korda quien llevaría a De Toth a Hollywood en 1942, donde ingresó a la industria cinematográfica norteamericana como director del film de propaganda “Passport to Suez” (1943), el cual retrataba las intenciones de los Nazis de bombardear el Canal de Suez. Posteriormente, el productor Harry Cohn contrataría a De Toth para rodar la cinta “None Shall Escape” (1944), un drama acerca de un oficial Nazi el cual le fue encargado con el único objetivo de probar la habilidad del director. Sin embargo, sería el film “Ramrod” (1947) el que lograría llamar la atención de la crítica y el público. El western protagonizado por Veronica Lake, Charles Ruggles y Joel McCrea, fue alabado por su espectacular fotografía en blanco y negro (obra de Russell Harlan), y por su estupendo elenco. La película también sirvió para identificar uno de los temas que De Toth frecuentemente tocaría en sus trabajos posteriores: lo caprichoso de las relaciones humanas.

En 1944, De Toth contraería matrimonio con la actriz Veronica Lake. La actriz se había divorciado recientemente de John Detlie cuando conoció al director, y lamentablemente ya arrastraba un serio problema de alcoholismo. Lamentablemente, De Toth tenía fama de ser un hombre violento, por lo que la tormentosa relación que mantuvo con la actriz sólo logró empeorar el consumo de alcohol de Lake. Lo único bueno que saldría de esa relación serían los dos hijos de la pareja; Andre y Diana. En 1948, De Toth conseguiría un nuevo éxito con la película “Pitfall” (1948), la cual relata como un vendedor cansado de su vida cotidiana, termina involucrándose en un romance que pone en riesgo todo aquello que él considera importante. Nuevamente el director demostró tener una gran afinidad con el elenco con el cual trabajaba, el cual en esta ocasión estaba conformado por Dick Powell, Jane Wyatt y Lizbeth Scott. En 1950, De Toth compartió con William Bowers una nominación al Oscar al mejor guión original por la cinta “The Gunfigther” (1950), la cual era la historia de un asesino que trataba de dejar atrás su pasado (cabe mencionar que De Toth objetó la elección de Gregory Peck como protagonista, ya que él había escrito el guión con Gary Cooper en mente).

En 1951, De Toth filmó el primero de seis westerns junto a Randolph Scott, “Man in the Saddle”. Al año siguiente, por fin cumpliría el sueño de dirigir a su amigo Gary Cooper en la cinta “Springfield Rifle” (1952), la cual lamentablemente no sería bien recibida por la crítica. Tras filmar otro western titulado “Last of the Commanches” (1953), De Toth probaría suerte con el género del horror. “House of Wax” (1953), cinta protagonizada por Vincent Price en la cual el actor interpreta al dueño de un museo de cera que convierte a sus víctimas en parte de sus exhibiciones, si bien no fue el mejor film del director, fue por lejos el más popular. Esta era una de las tantas producciones que durante los cincuenta intentaron sin éxito imponer la moda del cine 3D (el cual como todos ya sabemos, recién tomó fuerza hace poco tiempo). Curiosamente, De Toth era tuerto, por lo que era incapaz de percibir el efecto tridimensional (por lo que resulta bastante extraña su contratación). Sin embargo, el director perseveró para que la cinta saliera adelante, gracias a lo cual terminó siendo el film 3D más exitoso de los cincuenta.

Tras divorciarse de Veronica Lake en 1952, el director contraería matrimonio con Marie Louise Stratton, con quien estaría casado durante 29 años y tendría dos hijos; Michelle y Nicolas. Posteriormente De Toth filmaría una serie de interesantes thrillers, de los cuales probablemente el mejor es “Crime Wave” (1954), el cual relata una toma de rehenes y fue protagonizado por Sterling Hayden, Gene Nelson y Phyllis Kirk. En “The Indian Fighter” (1955), la primera cinta producida por Kirk Douglas en la cual además interpretaba a un rudo explorador del ejército, De Toth demostró ser un director metódico, al mismo tiempo que ganaba cierto reconocimiento por retratar a las tribus norteamericanas de forma más profunda que la mayoría de los directores de la época. Intentando darle un giro a su carrera, De Toth abarcaría algunos problemas sociales, específicamente la adicción a las drogas, en la cinta “Monkey on My Back” (1957), la cual estaba basada en la vida del boxeador Barney Ross. A fines de los cincuenta y principios de los sesenta, el director trabajó un tiempo en la televisión para luego retomar su carrera en el cine.

Luego de dirigir la relativamente exitosa “Day of the Outlaw” (1959) y la decepcionante “Man on a String” (1960), el director se mudó a Italia donde rechazó varios proyectos que él consideraba mediocres. Durante su estancia en Europa, De Toth trabajó un tiempo como consultor en la cinta de David Lean, “Lawrence of Arabia” (1962), labor que no le sería acreditada. La naturaleza de sus contribuciones aún no se ha logrado dilucidar; De Toth mencionó en una ocasión que él había encontrado algunas locaciones y que además había filmado algunas escenas. Sin embargo, la mayoría de su trabajo se quedaría en la sala de edición. En 1964, después de tener un accidente esquiando que casi le costó la vida, el director optó por reducir su intensa carga laboral. Se dice que De Toth trabajó como director de la segunda unidad en más de uno de los films de James Bond, y que escribió y produjo la cinta “Billion Dollar Baby” (1967), para el productor de la franquicia Bond, Albert “Cubby” Broccoli. Después de reemplazar al director Rene Clement en el film “Play Dirty” (1968), De Toth decidió retirarse de la dirección por un tiempo. Durante el resto de su carrera, De Toth produciría el film “El Cóndor” (1970), y trabajaría en numerosas producciones sin recibir ningún tipo de crédito por sus labores (entre las que se incluyen la dirección de la segunda unidad en el film “Superman”, y la edición del guión de la cinta “The Lion of the Desert”).

La última cinta en la que De Toth trabajaría como director sería “Terror Night” (1987), un film de bajo presupuesto donde nuevamente no aparecería acreditado como director. En 1995, De Toth sería premiado por los logros obtenidos durante su carrera por la Asociación de Críticos Cinematográficos de Los Ángeles, y además publicaría sus memorias; “Fragments: Portraits From the Inside”. Gracias a estos dos acontecimientos, el director ganaría el reconocimiento que mereció en su momento. André De Toth fallecería el 27 de octubre del 2002, a causa de un aneurisma. El legado del director consiste en una serie de estupendas películas serie B (en su mayoría westerns y dramas policiales), las cuales se caracterizaron por ser áridas, violentas y por presentar un marcado énfasis en el aspecto psicológico de sus protagonistas. Además cabe mencionar que De Toth era un hombre con una personalidad colorida, a quien le gustaba manejar autos veloces y pequeñas avionetas. No contento con esto, le gustaba jactarse de sus aventuras en zonas bélicas, y que incluso en una ocasión mientras se encontraba de viaje lo confundieron con el héroe israelí Moshe Dayan, quien también ocupaba un parche en el ojo. Antes de abandonar este mundo, De Toth se encargaría de plasmar su filosofía a la hora de asumir la dirección de un film; “Las escuelas de cine no te enseñan nada de nada. La psicología necesaria para convertirse en director no se consigue de manera mecánica, o la tienes o no la tienes. El requerimiento número uno es la comprensión. Un director de cine trabaja con los instrumentos más sensibles, los seres humanos”.



por Fantomas.

1 comentario:

Don fofo dijo...

Excelente viejo con tus ùltimas entradas tengo material de lectura para rato, tremendo trabajo como siempre.

PD. No se si conoces los articulos publicados en cinefania, son muy interesantes, a ti que se nota te apaciona la investigaciòn cinèfila te los recomiendo 100%
http://www.cinefania.com/terroruniversal/

Saludos!

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