jueves, 9 de abril de 2009

Ennio Morricone: Talento incombustible.

Desde hace años, Ennio Morricone se levanta a las cinco de la mañana, comienza a escribir partituras a las ocho, y así permanece todo el día encerrado en el estudio de su mansión romano. Es así que ha escrito más de 500 bandas sonoras para el cine y la televisión (llegando en su mejor época a escribir más de veinte partituras al mes), gracias a lo cual puede jactarse de ser conocido por más de una generación de amantes del cine y de la música en general. Pese a ser conocido como uno de los músicos más innovadores de la historia del cine, Morricone no se ha salvado de las críticas de los más puristas, que de todas formas no pueden negarle su capacidad para aunar cantidad y calidad.

Ennio Morricone nació el 10 de noviembre de 1928, en la ciudad de Roma. Hijo de un trompetista y una ama de casa, Ennio fue el mayor de cinco hermanos. Su familia, de clase media y afincada en el barrio del Trastavere, vivió durante muchos tiempo sin penurias, aunque tampoco con lujos, únicamente con el sueldo del padre, hasta que la madre probó fortuna trabajando en una tienda de ropa. Curiosamente, en la escuela donde él estudio también era alumno Sergio Leone, quien años más tarde se convertiría en realizador y con quien trabajaría en la famosa “trilogía del dolar”. A los diez años, y tras participar en la orquestina aficionada de Constantino Ferri, Morricone se matriculó en el conservatorio de Santa Cecilia para estudiar trompeta, donde tres años más tarde sería escogido para formar parte de la orquesta de la institución.

En 1943, impresionado por los dotes artísticos del joven Morricone, el profesor Roberto Caggiano lo animó a iniciar su formación en la composición de música. Tiempo después, el director Alberto Flamini lo escogería como segunda trompeta para su orquestina, en la que doblaba las líneas del primer trompeta, que no era otro que su propio padre, Mario Morricone. Fue gracias a esta formación que Ennio se acostumbró a los escenarios profesionales, tocando en diversos hoteles de Roma para las tropas americanas establecidas en territorio italiano al término de la Segunda Guerra Mundial. Después de obtener el título de trompetista, inició su carrera como compositor, dedicándose particularmente a la música vocal y de cámara. Durante la década del cincuenta completaría su formación compositiva y en 1955 comenzaría a arreglar música para películas, actividad que interrumpió por su servicio militar.

En 1958 aceptaría un empleo como asistente de dirección para la RAI, trabajo que abandonó tras un solo día de trabajo. Tras esto, Morricone optaría por matricularse en un seminario impartido por el músico vanguardista, John Cage, en el instituto Internationales Musikinstitut Darmstadt. Sería en el año 1961, que Morricone se incorporaría al mundo del cine, cuando compuso la banda sonora de la cinta “Il Federale”, de Luciano Salce. Tras este trabajo, Morricone se dedicaría a componer la música de un buen número de pequeñas comedias italianas sin mayor resonancia. A principios de los sesenta también trabajaría con el director Lucio Fulci, cuando este aún se dedicaba a filmar películas serie Z. Sin embargo, sería durante este periodo que Morricone tendría la oportunidad de colaborar con Bernardo Bertolucci, uno de los grandes directores del cine italiano, en la cinta “Prima della revolzione” (1964).

Ese mismo año, Morricone trabajaría por primera vez con el director Sergio Leone, en la cinta “Per un pugno di dollari” (1964), bajo el seudónimo de Dan Savio, integrándose de lleno en el mundo del western o más especificamente del spaghetti western. Pese a no ser su primera incursión dentro del género, sería este el trabajo que le daría la tan ansiada fama; la pegadiza melodía de la cinta le reportó una inmensa popularidad y un montón de nuevos encargos de directores como Pier Paolo Pasolini y Giulo Pontecorvo, entre otros. Utilizando marchas como base, a lo cual agregaba sonidos reciclados de objetos cotidianos, sílbidos, armónica y guitarra, Morricone reinventa y actualiza esta música, la cual utilizaría en múltiples cintas del género entre las que se encuentran: “For a Few Dollars More” (1965), “The Good, The Bad, and The Ugly” (1966) y “Once Upon A Time in the West” (1968), del mismo Leone; “Navajo Joe” (1966) y “Revenge of a Gunfighter” (1968), de Sergio Corbucci; y “The Big Gundown” (1966), de Sergio Sollima, entre muchas otras.

Una vez terminada esta loca fiebre de los spaghetti western (género en ocho años creció gracias a los más de 500 títulos rodados en España y Italia), en 1973 surge un subgénero basado en la autoparodia, donde los actores Terence Hill y Bud Spencer surgen como sus principales figuras. Aquí nuevamente aparecería Morricone marcarando las pautas de lo que serían las bandas sonoras de dicho subgénero, caracterizadas por contener marchas burlescas y líricos temas de amor. Buenos ejemplos de esto, son sus trabajos en las cintas: “My Name is Nobody” (1973), “A Genius, Two Friends, and an Idiot” (1975), y
“Life is Tough, Eh Providence” (1972). Aunque la mayoría de las obras de Morricone durante las décadas del sesenta y setenta fueron compuestas para el género del western y sus variantes, también se dio el tiempo para incursionar en todos los géneros cinematográficos que reinanban en la época dorada del cine italiano.

A mediados de los sesenta y durante una buena parte de la década de los setenta, Italia se mantenía continuamente en vilo con los atentados de las Brigadas Rojas, el accionar de la Mafia, y la galopante corrupción política y judicial. Esto sería aprovechado por un grupo de arriesgados directores dispuestos a volcarse en un cine que reflejara la preocupación reinante, mediante una intensa crítica social. Morricone concidía con ellos tanto en las ideas políticas de izquierda como en su visión creativa acerca de la perfecta fusión entre imagen y sonido. De este periodo, sobresalen sus colaboraciones con el director Elio Petri en las cintas: “Investigation of a Citizen Above Suspicion” (1970) y “The Working Class Goes To Heaven” (1971); con Bernardo Bertulucci en “Novecento” (1976); con Mauro Bologni en “L´Eredita Ferramonti” (1976); con Giulo Pontecorvo en “The Battle of Algiers” (1966); con Pier Paolo Passolini en “Teorema” (1968) y “Salo, or the 120 Days of Sodom” (1975); y con Giuliano Montaldo en “Sacco e Vanzetti” (1973), “Giordano Bruno” (1973), y en la miniserie “Marco Polo” (1982).

A finales de los sesenta y principios de los setenta, Morricone encontraría otro nicho en el cual desplegar su talento; el del género fantástico y el del terror italiano, más conocido como giallo, que obtuvo una gran resonancia a nivel internacional debido a sus excesos de sangre, tenebrosos ambientes, latente sexualidad y misteriosos desenlaces. Su primer acercamiento al fantástico lo tendría el año 1968, cuando compuso la banda sonora de la cinta “Danger: Diabolik”, del director Mario Bava. El gran saltó al interior del género del horror, lo daría de la mano del director Dario Argento, con quien colaboraría en su famosa “trilogía animal” compuesta por las cintas: “The Bird With The Crystal Plumage” (1970), “Cat o´Nine Tails” (1971) y “Four Flies On Grey Velvet” (1971). Estas bandas sonoras se carecterizan por fusionar melodías malsanas en formas de canciones infantiles, sonidos atonales, y la utilización de todo clase de sonidos guturales. Sería gracias a la formación entregada por el “Gruppo Internazionale di Improvvisazione”, al cual Morricone perteneció durante la década de los sesenta, que este revolucionaría el cine de horror, experimentando nuevos sonidos disonantes, utilizando toda clase de instrumentos. Sería tal el éxito musical de estos tres films, que pronto Morricone sería llamado a participar en muchas de las cintas de este subgénero, sobresaliendo sus composiciones para los films: “What Have They Done To Solange” (1972), “Black Belly of the Tarantula” (1971), y “Dias De Angustia” (1970), entre otras.


El cine policiaco sería otro de los tantos géneros en los cuales incursionaria Morricone con su música, el cual le daría la posibilidad de trabajar en Francia junto al director Henri Verneuil. La primera vez que trabajaron juntos fue en el western, “Guns for San Sebastian” (1968), tras lo cual el director francés quedó tan impresionado con el trabajo de Morricone, que no tardó en invitarlo a participar de sus conocidos thriller policíacos. De sus trabajos en Francia, nacerían bandas sonoras con temas centrales pegadizos y toques más modernos, como por ejemplo las de las cintas: “The Sicilian Clan” (1969), “The Serpent” (1973), y “The Professional” (1981). Por su parte, en Italia parece optar por utilizar un estilo más minimalista donde repite los mismo sonidos hasta el cansancio, siendo algunos ejemplos la música de los films: “Cittá Violenta” (1970), y “Violenza: Quinto potere” (1972). Para sus incursiones posteriores en el cine policíaco norteamericano durante los ochenta, Morricone reorganiza su percusión italiana, mejora la melodía, y ofrece un trabajo más compacto en la utilización de la orquesta sinfónica, como lo demuestra su trabajo en las películas: “The Untouchables” (1983), por la cual obtuvo su tercera nominación al Oscar, y “Once Upon A Time In America” (1984), cinta que reuniría por última vez a Morricone con Sergio Leone.

Sería en el año 1975, que Morricone aterrizaría en Hollywood para componer la música de la cinta “The Human Factor”, del director Edward Dmytruk. Luego, crearía las bandas sonoras de: “Exorcist 2: The Heretic" (1977), “Orca” (1977), una de las tantas imitaciones de “Jaws” (1975) que sería lanzadas en los setenta y ochenta, además de la música de la miniserie “Holocaust” (1978), y la de la cinta de Terence Malick, “Days of Heaven” (1978), por la cual recibió su primera nominación al Oscar. Aunque en los ochenta redujo su producción para el cine, debido a que se convirtió en miembro del Consejo de Administración de la asociación Nuova Consonanza, dedicada a la música contemporánea, se dió el tiempo para trabajar tanto en Europa como en norteamérica. Entre sus trabajos de la época, además de los mencionados anteriormente, se encuentra la descartada banda sonora de “The Thing” (1982), del director John Carpenter; la música de “Red Sonja” (1985); “The Mission” (1986), por la que consiguió otra nominación al Oscar, y la cual es considerada como el mayor de sus logros en el campo de la música religiosa y a nivel comercial; y la inolvidable música de “Cinema Paradiso” (1989), del director Giussepe Tornatore, cinta en la cual trabajó junto a su hijo Andrea, responsable de la canción, “Love Theme”.


En la década del noventa, obtendría su cuarta nominación al Oscar por su trabajo en la cinta “Bugsy” (1991). El resto de las bandas sonoras que Morricone compone durante este periodo son en su mayoría correctas, sin ser particularmente espectaculares. El 2000 haría la música de su última película en Hollywood; “Mission to Mars”, del director Brian de Palma, tras lo cual volvería a radicarse en Italia, asegurando que jamás volvería a trabajar a los Estados Unidos. Al año siguiente recibiría su quinta nominación al Oscar por la cinta “Malena” (2000). Sería recién en el año 2007, que Ennio Morricone recibiría la estatuilla por parte de la Academía, en reconocimiento a su inmensa carrera. Morricone, que sigue trabajando a un ritmo inusitado para un hombre de su edad, ha sido siemre un personaje de trato dificil, seco y hostil con la prensa. Asegura no entender el éxito de su música, el cual atribuye a la claridad de la temática y a la simplicidad armónica de muchas de sus composiciones. Sea por el hecho que sea, Morricone es un genio, el cual es responsable de muchas de las bandas sonoras que nos han acompañado por años, estancándose en nuestra memoria, y convirtiéndose en un protagonista más de las películas en las cuales son utilizadas.







por Fantomas.

2 comentarios:

FACU dijo...

Un maestro de las composiciones musicales, ese aspecto del cine que tanto me fascina.

El homenaje que tuvo con los Oscars fue totalmente merecedor a este gran compositor de excelente trayectoria.

Un grande, pocas palabras lo describen tal cual es...

Saludos Fantomas, muy buen blog inaguraste, asi que felicitaciones!!!

babel dijo...

Gracias fantomas, me pongo con ellas, este composotor me encanta y sólo tengo Cinema Paradiso.
Saludos!

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