Él pasaría más de una semana trabajando en dicha secuencia, hasta que al término de las dos semanas estaba listo para abandonar el estudio. Pero LaCava le dijo que Hearst le pagaría la suma de $100 dólares a la semana si él decidía quedarse. Natwick aceptó la oferta y lo que en un principio comenzó como un trabajo de dos semanas, se convirtió en uno de más de siete décadas. Alrededor de 1920, Natwick se tomó algunos años para estudiar arte en Viena, para así tener una base artística más clásica. De esta forma, cuando regresó a Nueva York, comenzó a ser más respetado como un artísta. La International Film Service ya no existía, pero Bill Nolan había organizado un estudio para producir algunos cortos de “Krazy Kat”. Dicha serie, presentaba bastantes semejanzas con la clásica tira cómica de George Herriman. Por otro lado, los animadores no solo debían estar pendientes de sus propias escenas, sino que también debían pintarlas. Entre algunos de los artistas que trabajaban en el Estudio Krazy Kat se encontraban futuros animadores destacados como Walter Lantz y Jimmie Culhane, quienes posteriormente tendrían la oportunidad de trabajar nuevamente con Natwick.
En 1929, Natwick se uniría a los Estudios Fleischer. En dicho estudio, acababan de realizar la transición del cine mudo al sonoro y estaban en proceso de abandonar el marcado contraste que presentaba la serie “Out of the Inkwell”, para comenzar a trabajar con un rango más amplio de tonos grises. Durante ese periodo, Disney acababa de contratar a varios de los animadores clave del estudio, entre los que se encontraban Dick Huemer y Ted Sears. Por este motivo, Natwick tuvo que trabajar con un grupo de artistas, los cuales compensaban su inexperiencia con talento y entusiasmo. Él no tardaría en llevar a este grupo por buen camino, realizando algunos de los cortos más imaginativos que alguna vez fueron producidos por los Estudios Fleischer, como por ejemplo “Swing, You Sinners” (1930) y “Mariutch” (1930).
Cierto día, Dave Fleischer le dió Natwick una fotografía de la cantante Helen Kane y le pidió que diseñara una caricatura. Fleischer había encontrado a alguien que tenía una voz similar a la de la cantante, y planeaba utilizarla en el corto de la serie Talkartoon, “Dizzy Dishes” (1930). Natwick exageraría los grandes ojos y la boca carnosa de Kane, creando un diseño interesante pero algo crudo. Algunas semanas después, Dave le pidió a Natwick que diseñara una novia para el personaje estrella del estudio, el perro Bimbo, la cual aparecería en la adaptación animada de la popular canción, “Barnacle Bill the Sailor”. De esta forma, Natwick decidió retomar la caricatura de Kane, y refinar algunos de sus rasgos. Fleischer se negó a la idea, aludiendo a que como Bimbo era un perro, su novia no podía ser humana. Natwick rápidamente dibujo la cabeza de quien sería conocida como Betty Boop sobre un cuerpo canino. Al poco tiempo déspues, Betty Boop aparecería como un personaje humano, el cual se volvería tan popular que obtendría su propia serie.
En California, Walt Disney había visto algunas de las animaciones de Betty Boop realizadas por Grim Natwick, por lo que envió a su hermano Roy a Nueva York para convencer al animador de que se uniera a su estudio en Hollywood. Ub Iwerks acababa de dejar la Disney para formar su propio estudio, por lo que para Disney, era prioritario encontrar un animador experimentado que ocupara su lugar. Roy Disney le realizó a Natwick una generosa oferta, pero este último no deseaba trabajar con los hermanos Disney. Al poco tiempo después, Natwick hablaría con su amigo Ted Sears, quien le diría que Walt Disney era tan solo un hombre de negocios, mientras que Iwerks era la verdadera fuente creativa del estudio. Fue entonces cuando Natwick decidió que el nuevo estudio de Iwerks sería el lugar perfecto para él. Muchos de los antiguos asistentes que trabajaron en la Hearst y en los estudios Fleischer con Natwick, ya se encontraban trabajando con Iwerks. De esta forma, Natwick telefoneó a Ub ofreciendo sus servicios, aceptando trabajar para él por menos de la mitad de lo que le había ofrecido Roy Disney. A su llegada al estudio de Iwerks, Natwick se encontró con que Ub había perdido el interés por la animación, por lo que en su persona recayó la responsabilidad de dirigir varios de los cortos del estudio, mientras Iwerks se dedicaba a pintar los dibujos en su taller ubicado tras el estudio.
Al interior del estudio de Iwerks, Natwick tuvo la oportunidad de dejar su marca en cintas como “Room Runners” (1932), “Stratos Fear” (1933), y "Aladdin´s Lamp” (1934). Cuando Natwick escuchó que Disney estaba planeando realizar un largometraje animado basado en “Snow White and the Seven Dwarfs” (1937), él supo que debía formar parte del proceso. Iwerks le ofreció ser su socio en el estudio siempre y cuando se quedara con él, pero el dinero no era la principal preocupación de Natwick. Fue así como el animador se despidió de sus amigos al interior del estudio de Iwerks y pasó a formar parte de los estudios Disney. La primera animación de Natwick al interior de la Disney sería el personaje femenino principal del corto, “Cookie Carnival” (1935). Su trabajo le valió el reconocimiento de Walt, quien le asignó la tarea de animar a Blancanieves en el esperado largometraje. En el proceso, Natwick tuvo la oportunidad de trabajar con algunos de los mejores asistentes del estudio, como por ejemplo Jack Campbell y Marc Davis, entre otros. Para el final de la película, él había animado más de 120 escenas, con seis asistentes trabajando bajo sus órdenes.
Sin embargo, la labor de Natwick en la Disney no estaría exenta de polémica. Antes de la llegada de Natwick al estudio, Ham Luske era el encargado realizar la animación de Blancanieves. Para Luske, Natwick se había metido en su territorio. Aunque Luske aparece acreditado como director de animación en la cinta, su unidad tuvo poca interacción con la unidad de Natwick. Existía una considerable tensión al interior de los estudios Disney, entre los animadores que habían estado en el estudio por años, y los animadores que habían sido contratados especialmente para la realización de la cinta. Aunque en un principio Natwick prefirió no darle demasiada importancia al asunto, llegó un momento en que la situación se volvió insostenible. El asistente de Natwick, Jack Campbell, era una de las jóvenes promesas del estudio, por lo que se le permitió cambiarse a la unidad de Luske como animador. Por esta razón son distinguibles tres Blancanieves en la cinta; la de Luske, la de Campbell y la de Natwick. Mientras que la de Luske tenía apariencia de muñeca y presentaba un estilo similar al de los personajes femeninos de la serie “Silly Symphony”, la de Campbell mostraba un fuerte influencia de la animación realizada con el rotoscopio, y la de Natwick es la que da la impresión de estar más “viva”.
Debido a que Natwick empezó a utilizar parte de su tiempo libre en la realización de la cinta, el director Dave Hand le prometió un bono si la película era un éxito. Pero cuando las bonificaciones comenzaron a llegar, Natwick fue pasado por alto, pese al hecho de que él había sido uno de los animadores claves del film. Enfurecido, pidió que le entregaran una copia del borrador para realizar una lista de todas las escenas que él había animado. Para su sorpresa, descubrió que el nombre de Luske aparecía en todas las escenas que él había animado. Cuando Max Fleischer invito a Natwick a su nuevo estudio en Florida, el animador dejó la Disney sin pensarlo dos veces. Aunque posteriormente se habían realizado los arreglos para que Natwick recibiera su bonificación, este ni siquiera se molestó en retirarla. Varios años después, Natwick sintió que tal vez hubiese sido mejor haberse tragado su orgullo y continuar en la Disney, para así haber tenido la oportunidad de participar en “Fantasia” (1940) y “Pinocchio” (1940).
“Gulliver´s Travels” (1939), no sería el mejor trabajo de Natwick, debido a que no contaría con la ayuda de talentosos asistentes y que la aplicación de rotoscopio era bastante más limitada de lo que lo era en la Disney. Pero tras los problemas que experimentó en la Disney, los estudios Fleischer se mostraban como un lugar apacible, y Natwick comenzó a disfrutar de la compañia del resto de los trabajadores del estudio. Una tarde, Max Fleischer visitó a Natwick para pedirle que animara una secuencia de Betty Boop por “los viejos tiempos”. Él le explicó que Betty se había convertido en una de las grandes estrellas del estudio, pero que ya era momento de finalizar la serie, por lo que este sería el último corto de Betty Boop (dicho corto sería “Musical Mountaineers”). Max, como muestra de su agradecimiento, le regaló los derechos del personaje a Natwick. Como él no tenía conocimiento alguno del proceso de traspaso de propiedades, Natwick no hizo nada al respecto. Años más tarde, él se enteró de que los derechos de Betty Boop habían sido vendido por los Fleischers a King Features Syndicate por una gran suma de dinero. Natwick entabló una demanda contra los hermanos, pero como no tenía nada por escrito terminó perdiendo el juicio. Aunque algunos escritores han asegurado que la contribución de Natwick al proceso de creación de Betty Boop fue mínima, existe una buena cantidad de evidencia que asegura que el personaje fue creado en su totalidad por Natwick.
La Segunda Guerra Mundial dificultó la búsqueda de trabajo como animador, pero para suerte de Natwick, su viejo amigo Walter Lantz estaba produciendo algunas animaciones para el Departamento de Guerra. Natwick volvió a Hollywood para trabajar con Lantz, donde además tuvo la oportunidad de reunirse con algunos de sus viejos amigos, como por ejemplo Shamus Culhane y Dick Lundy. El buen ambiente que existía en la productora de Lantz, le vino bien a Natwick, quien siempre estaba buscando perfeccionar su trabajo. Algunos de los primeros trabajos de Natwick en el estudio como por ejemplo, “Take Heed Mr. Tojo” (1943) y “Enemy Bacteria” (1945), se convertirían en unos de los más exitosos films de entrenamiento durante la guerra. Otras de sus animaciones destacadas durante ese periodo fueron: “Who´s Cookin´Who” (1946), “Bathing Buddies” (1946), “Ski For Two” (1944), y “Solid Ivory” (1947). En su autobiografía, Walter Lantz citaría a Natwick como el mejor animador con quien tuvo el placer de trabajar.
Es importante tener en cuenta la edad de Natwick cuando se revisa su carrera. Cuando animó “Snow White”, él era uno de los artistas más viejos de estudio Disney, con 49 años de edad. Cuando su antiguo asistente en los estudios de Iwerks, Stephen Bosustow, lo convenció de unirse a la United Productions of America (UPA) en 1950, Natwick tenía 60 años. Mientras que la mayoría de los animadores de su generación ya estaban pensando en el retiro para ese entonces, Natwick no estaba dispuesto a abandonar su trabajo. Él provocaría toda una revolución estilística al interior de la UPA. Además, Natwick estuvo a cargo de la animación de los primeros cortos animados de Mr. Magoo, así como también de los cortos “Rooty Toot Toot” (1951) y “Gerald McBoing Boing” (1951), entre otros. A principios de la década de los cincuenta, él se había asentado en Nueva York como el animador principal de la oficina Este de la UPA, lugar donde comenzaría a animar muchos de los comerciales y los films industriales producidos por la compañia, siempre junto a su asistente Tissa David.
Cuando la oficina de Nueva York de la UPA cerró sus puertas, Natwick trabajó en varios estudios comerciales ubicados en Nueva York, como por ejemplo en Ray Favella and Robert Lawrence Productions. Él también estaría a cargo de la animación de la primera serie animada de televisión, “Crusader Rabbit” (1949), y más tarde trabajaría junto a Jay Ward y Bill Scott en la serie “George of the Jungle” (1967). También trabajaría como agente libre para Melendez y Duane Crowther en su productora Duck Soup Productions. Eventualmente se establecería junto al director Richard Williams, con quien trabajaría en “Raggedy Ann & Andy: A Musical Adventure” (1977). Varios años después, viajaría a Inglaterra para oficiar de profesor mientras trabajaba en “Coobler & the Thief” (1993). Él continuaría dibujando hasta los noventa años de edad, momento en el que su deteriorada visión no le permitió seguir trabajando.
Grim Natwick falleció el 7 de octubre de 1990, a los 100 años de edad. Hoy es considerado como uno de los más grandes animadores de la historia (si es que no el más grande). Además de crear a Betty Boop, uno de los pocos personajes femeninos animados en alcanzar popularidad mundial, su pasión por la animación inspiró a todos aquellos que trabajaron junto a él. Sin lugar a dudas, Grim Natwick es uno de los animadores más influyentes que jamás vivieron. Su carrera abarca la totalidad de la historia de la animación. Si uno tuviera que definir una sola característica de su trabajo, tendría que ser su habilidad para lograr que sus personajes parecieran estar realmente vivos. Es por todo esto, que Grim Natwick es considerado como uno de los catalizadores que permitieron la evolución del proceso de la animación a través de los años.
por Fantomas.
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