Cuando la actriz estaba trabajando en el teatro Elitch Gardens de Colorado, recibió un telegrama del productor hollywoodense Stanley Kramer, quien la invitaba a participar con un rol protagónico en la próxima película de Gary Cooper, “High Noon” (1952). Se dice que Kelly, de entonces 22 años, mantendría un romance fuera de pantalla con Cooper y el director Fred Zinnemann. Pese a la gran popularidad de la cinta, la actriz continuaría el resto del año trabajando en la televisión y el teatro. En 1953, Kelly audicionaría para el rol de Linda Nordley en la producción de la MGM, “Mogambo” (1953), luego de que la actriz Gene Tierney abandonara el proyecto debido a algunos problemas emocionales. Kelly además de obtener el rol, firmaría un contrato por siete años con el estudio, donde recibiría un salario de $850 dólares a la semana. La actriz solo exigiría dos cosas: Primero, que cada dos años se le diera un tiempo para trabajar en obras de teatro, y segundo que pudiera seguir viviendo en Nueva York, donde ya se había establecido. Solo dos meses después, ella junto al resto del elenco viajarian a Nairobi para comenzar la filmaciones. Tiempo después de terminar la cinta, la actriz declararía “Mogambo tenía tres cosas que me interesaban: John Ford, Clark Gable, y un viaje a Africa todo pagado. Si Mogambo se hubiese realizado en Arizona, yo no habría participado”. La actuación de Kelly en la cinta le valió un Golden Globe a la mejor actriz secundaría, y su primera nominación al Oscar en la misma categoría.
Luego de la fama obtenida con “Mogambo”, Kelly protagonizaría un telefime titulado, “The Way of an Eagle”, junto a Jean-Pierre Aumont, antes de participar en la adaptación cinematográfica de la obra de Broadway, “Dial M for Murder”, de Frederick Knott. El director de dicha adaptación sería Alfred Hitchcock, quien tras haber visto “Mogambo”, optó por contratar de inmediato a la actriz. Hitchcock explotaría la apariencia virginal de Kelly, en especial en la escena donde intentan asesinar al personaje interpretado por la actriz. Durante las filmaciones de la cinta, su co-estrella Ray Milland intentó seducir a Kelly. Milland era 22 años mayor que la actriz, y en ese momento estaba casado con Muriel Milland, con quien tenía un hijo. Aunque nunca se supo a ciencia cierta si algo pasó entre los actores, Kelly fue sindicada por la prensa como una “rompe hogares”. En el aspecto profesional, “Dial M for Murder” (1954), recibiría buenas críticas al momento de su estreno, y Kelly comenzaría a ser vista como una de las grandes estrellas hollywoodenses de la época.
En enero de 1953, la actriz comenzaría a grabar las escenas de su próxima película, “The Bridges at Toko-Ri” (1954), junto a William Holden. El papel de Nancy, la desdichada esposa del oficial naval interpretado por Holden, era un rol menor pero importante dentro de la historia. La crítica destacaría su actuación, y su química con William Holden. En octubre de ese mismo año, la actriz recibiría un telegrama avisándole que Alfred Hitchcock había programado una prueba de vestuario con Edith Head, una de las diseñadoras de vestuario más importantes de la época, para preparar su participación en la próxima cinta del director, “Rear Window” (1954). Al mismo tiempo, le era ofrecido un papel en la próxima película de Elia Kazan, “On the Waterfront” (1954). Esa película, que sería rodada en Nueva York, encajaba mejor con sus planes que la necesidad de regresar a Los Ángeles; obligada a tomar una decisión rápida en una sola tarde, optó por participar en la cinta de Hitchcock tras haber leído el guión.
Kelly en esta ocasión, tendría la oportunidad de co-protagonizar la cinta junto al actor James Stewart, quien estaba entusiasmado con la idea de trabajar junto a la actriz. El rol de Lisa Fremont, una mujer perteneciente a la alta sociedad neoyorquina, era distinto a los roles interpretados anteriormente por la actriz. Por primera vez, Kelly tenía la oportunidad de interpretar a una mujer independiente y exitosa. La actriz, que recién aparece tras los 22 primeros minutos de la cinta, fue nuevamente alabada por la crítica, tanto por su actuación, como por la química entre ella y su co-estrella. Hitchcock mostraría una particular preocupación por la imagen de Kelly, en especial por los distintos vestidos que ella utilizaría en el film. De hecho, si bien la relación entre ambos era bastante cordial y respetuosa, las pocas discusiones que tuvieron fueron en relación al vestuario. “Cuando tuvimos que rodar una escena de ´Rear Window´ en la cual yo llevaba un camisón negro”, recordaría la actriz, “Hitchcock llamó a Edith Head. Le dijo: ´Mire, el pecho no queda bien. Vamos a tener que poner algo ahí´. Fue muy delicado al respecto; no quería trastornarme, de modo que habló con a solas Edith. Cuando fuimos a mi camerino y Edith dijo: ´El señor Hitchcock está preocupado porque se produce un falso pliegue aquí. Quiere que ponga algo de relleno´. Yo le dije que no se podía poner un relleno porque se vería, y además no estaba dispuesta a utilizarlo. Así que hicimos algunos ajustes rápidos, sin utilizar rellenos. Cuando volvimos al set, Hitchcock me miró a mí, luego a Edith y dijo: ´¿Ve la diferencia añadiendo tan sólo un poco de relleno?´”.
Su próximo trabajo sería en la cinta de George Seaton, “The Country Girl” (1954), la cual era una adaptación de la obra de teatro del mismo nombre del escritor Clifford Odets, donde interpretaría a la sufrida esposa de un cantante interpretado por Bing Crosby. Dicho papel, lo obtendría tras la salida de la actriz Jennifer Jones quien en ese entonces, estaría esperando a su tercer hijo. Como Grace Kelly estaba familiarizada con la obra, mostró un particular interés por participar en el film. La MGM se vió en la obligación de prestar a la actriz a la Paramount, debido a que la actriz amenazó con dejar el estudio si no le permitían participar en la cinta. “The Country Girl”, reuniría nuevamente a Kelly con el actor William Holden. En esta ocasión, la actriz interpreta a una mujer emocionalmente dividida entre dos amores; su marido, un cantante alcohólico interpretado por Crosby, y el personaje interpretado por Holden. Gracias a su participación en esta cinta, Grace Kelly ganaría el Oscar a la mejor actriz.
En abril de 1954, Kelly viajaría a Colombia por diez días para filmar su próximo proyecto, “Green Fire” (1954), un drama de aventuras del director Andrew Marton, el cual contaba con la presencia del actor Stewart Granger. Kelly interpretaría a Catherine Knowland, la dueña de una plantación de café. Mientras que en su autobiografía, Granger señalaría su disgusto por el guión del film, la actriz declararía en una ocasión, “No fue grato. Nosotros trabajamos en una villa patética, donde solo habían cabañas miserables y sucias. Además, parte del equipo de filmación naufragó camino a Colombia....Fue horrible”. La cinta fue destrozada por la crítica, y significó el primer gran fracaso de la actriz. Aunque Hitchcock quería contar con Kelly para su próximo trabajo, tuvo que esperar que la actriz terminará de filmar “Green Fire”, para que se sumara a su nuevo proyecto. “To Catch a Thief” (1955), sería la tercera y última colaboración entre Hitchcock y la actriz. En esta ocasión, Kelly compartiría la pantalla con el experimentado Cary Grant, quien tenía el doble de la edad de la actriz.
La cinta, que sería filmada en la Riviera francesa, es uno de los trabajos más recordados de la actriz, en especial por la famosa escena de los fuegos artificiales, la cual fue ampliamente comentada por el doble sentido que esta presentaba. Gracias a ese trabajo, Kelly iniciaría una linda amistad con su co-estrella, la cual estaría marcada por una mutua admiración. Algunos años después, cuando se le pregunto a Cary Grant quien era su actriz favorita, el actor dijo sin dudarlo: “Bueno, con todo que se merece la querida Ingrid Bergman, tengo que decir que prefiero a Grace. Ella tenía una serenidad especial”. Una vez terminada la cinta, la actriz se marchó apresuradamente para filmar su próxima película. Ni ella ni Hitchcock estaban seguros si iban a trabajar juntos nuevamente; de hecho, después de dos nuevos films dirigidos por otros directores, ella iba a instalarse permanentemente en la Riviera como princesa de Mónaco. En años posteriores ella y Hitchcock se visitaron ocasionalmente, y ella conservó siempre unos vívidos y cálidos recuerdos de su colaboración. “Aprendí mucho de él acerca de cómo hacer cine”, diría más tarde, “Me proporcionó mucha confianza en mí misma”.
Antes de que eso sucediera, Kelly encabezó la delegación norteamericana en el Festival de Cannes de 1955. Mientras estaba ahí, ella fue invitada a participar en una sesión fotográfica en el Palacio de Mónaco junto al Príncipe Rainiero III. Luego de una serie de complicaciones y retrasos, la actriz finalmente conoció al príncipe en Mónaco. Cuando Kelly regresó a los Estados Unidos, comenzó a trabajar en “The Swan” (1956), en la cual coincidentemente, interpretaría a una princesa. Mientras tanto, ella comenzó a recibir en secreto correspondencía proveniente del príncipe Rainiero. En diciembre de ese año, Rainiero viajó a norteamérica como parte de un tour diplomático, aunque se decía que la verdadera razón del viaje era que el príncipe estaba buscando esposa. Según un tratado firmado en 1918, si el gobernante de Mónaco no dejaba un heredero, Mónaco volvería a manos de Francia. Durante su visita a los Estados Unidos, Rainiero se reuniría con Kelly y su familia, y luego de tres días le propuso matrimonio. La noticia del próximo casamiento de Kelly, sembró la duda de sí ella continuaría con su carrera como actriz.
La que fue llamada como “la boda del siglo”, se llevó a cabo el 18 de abril de 1956, al interior del Palacio Real de Mónaco. El vestido de novia de Kelly sería diseñado por la ganadora del Oscar, Helen Rose, quien trabajo por seis semanas junto a una dozena de costureras. Entre los más de 600 invitados a la boda, se encontraban las estrellas de Hollywood, David Niven, Gloria Swanson y Ava Gardner. La ceremonía sería vista por más de 30 millones de personas a través de la televisión. El mismo año de su matrimonio, Grace Kelly participaría en su última película, la comedia musical “High Society” (1956), la cual estaba co-protagonizada por Bing Crosby, Frank Sinatra, y Louis Armstrong. La cinta, que estaba basada en la comedia, “Philadelphia Story” (1940), obtuvo buenas críticas, cerrando la corta pero exitosa carrera actoral de Grace Kelly.
Luego de la boda, el Príncipe Rainiero prohibiría la exhibición de las cintas protagonizadas por la actriz. En 1962, Hitchcock le ofrecería a Kelly el rol protagónico de la cinta “Marnie” (1964). Aunque la ahora princesa deseaba participar en dicho film, se generaron protestas públicas en contra de su regreso al cine, por lo que finalmente tuvo que rechazar el proyecto. Varios años después, el director Herbert Ross intentaría convencer a la Princesa Grace para que participara en el film, “The Turning Point” (1977), pero el Príncipe Rainiero la obligaría a desistir de la idea de volver al cine. Más tarde ese año, Kelly retomaría las artes con una serie de lecturas de poemas, y con la narración del documental, “The Children of Theater Street” (1977). Como princesa, Kelly se dedicó a apoyar las instituciones artísticas de Mónaco, y eventualmente formó la Fundación Princesa Grace, la cual tenía como objetivo apoyar a los artesanos locales, además de ayudar a distintas personas con necesidades especiales, que por uno u otro motivo no recibían ayuda de los distintos servicios sociales.
Junto al Príncipe Rainiero, Grace Kelly tendría tres hijos; Carolina, Alberto y Estefanía. Precisamente, el 13 de septiembre de 1982, mientras conducía su automóvil en compañia de su hija Estefanía, la Princesa Grace sufrío un ataque cardíaco, lo que causó que perdiera el control del vehículo. Aunque fue retirada del automóvil viva, ella había sufrido severas heridas y se encontraba inconsciente. Siempre se ha dicho que la actriz tuvo el accidente en el mismo camino montañoso que recorre junto a Cary Grant en “To Catch a Thief”, pero su hijo Alberto se ha encargado de negarlo. Grace Kelly moriría al día siguiente en el Hospital de Mónaco (el cual posteriormente se llamaría, Centro Hospitalario Princesa Grace), sin recobrar el conocimiento, a los 52 años de edad. El Príncipe Rainiero jamás se recuperaría de la muerte de su esposa. Grace Kelly es una de las mujeres más admiradas en el mundo. Incluso en la actualidad, ella es vista como un referente de belleza, gracia, y estilo. Fue una talentosa actriz y una gran persona que caló profundo en la vida de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerla, y que seguíra deslumbrando a las nuevas generaciones que decidan conocer un poco de su legado.
por Fantomas.
3 comentarios:
Una dama con todas las letras, a pesar de los rumores, y al fin y al cabo era una mujer más. Como actríz siempre la vi limitada, quizás porque su carrera fue muy corta. Sin embargo, su belleza y elegancia serán recordadas por siempre. Descansa en paz Princesa...
Una mujer hermosa, elegante y que me tuvo enamorado por sus papeles en las películas de Alfred Hitchcok. Un mito imperecedero.
Saludos
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