domingo, 31 de enero de 2010

Rita Hayworth: La diosa del amor.

Margarita Carmen Cansino, más conocida como Rita Hayworth, nació el 17 de octubre de 1918, en Brooklyn, Nueva York. Su padre era un bailarín español llamado Eduardo Cansino, y su madre era una corista llamada Volga Hayworth. Mientras que su padre deseaba que Rita se convirtiera en una bailarina, su madre esperaba que ella se convirtiera en actriz. Su abuelo, Antonio Cansino, uno de los bailarines españoles clásicos más famosos de su época, sería el encargado de instruir a la joven en el arte de la danza. “No me gustaba mucho”, declararía Hayworth algunos años después con respecto a la danza, “pero no tenía el valor de decirle a mi padre, así que comencé a tomar lecciones. Ensayo, ensayo, ensayo, en eso consistió mi infancia”. “Cuando tenía solo tres años y medio de edad, tan pronto como pude ponerme de pie, empecé con las lecciones de baile”, agregaría Hayworth. Fue así como ella asistiría a clases en el Carnegie Hall todos los días durante algunos años, bajo la estricta tutela de su tío Angel Cansino. Para cuando tenía ocho años, Cansino y su familia se muda al oeste de Hollywood, donde establecieron su propio estudio de danza. Varias estrellas hollywoodenses, entre las que se encontraban James Cagney y Jean Harlow, recibirían entrenamiento especializado por parte de Cancino.

A medida que Hayworth fue creciendo, su padre vio el potencial que ella tenía y la convirtió en su compañera en un espectáculo que se llamaría, “The Dancing Cansinos”. Debido a que en ese entonces Rita no tenía edad legal para trabajar en clubes nocturnos y bares, ella y su padre cruzaron a México a principios de los treinta, donde se presentarían en distintos clubes repartidos por Tijuana. Sería en uno de esos clubes que Hayworth sería descubierta por el entonces encargado de la Fox Film Corporation, Winfield Sheehan. Una semana más tarde, Rita sería llevada a Hollywood para realizar una prueba de cámara para el estudio. Impresionado por su presencia en pantalla, Sheehan contrató a Hayworth (cuyo nombre artístico en ese momento era Rita Cansino) por seis meses. Durante su estadía en la Fox, Hayworth aparecería con roles menores en cinco películas, siendo la primera de estas “Under the Pampas Moon” (1953). Para cuando finalizó su contrato con el estudio, la Fox se había convertido en la Twentieth Century-Fox, y Darryl F. Zanuck era ahora el encargado del estudio. A Zanuck poco le importó el interés de Sheehan por la joven actriz, por lo que decidió no renovar su contrato.


Para aquel entonces, Hayworth tenía 18 años y estaba casada con el empresario Edward C. Judson, quien la doblaba en edad. A sabiendas del potencial como actriz de Hayworth, Judson se las arregló para conseguirle distintos roles en varias películas independientes, como por ejemplo “Rebellion” (1936) y “Trouble in Texas” (1937), entre otras. Eventualmente, Judson terminó consiguiéndole a Hayworth una prueba de cámara en los estudios Columbia. Harry Cohn, quien en ese entonces estaba a cargo del estudio, firmó un contrato a largo plazo con la actriz, quien gradualmente fue apareciendo con pequeños roles en distintas cintas de la Columbia. Preocupado por el look demasiado latino de Rita, el cual podía terminar encasillando a la actriz en roles hispánicos, Cohn le pagó un tratamiento que le ayudaría a ensanchar su frente. Para cuando ella regresó a la Columbia, era pelirroja y había cambiado su nombre a Rita Hayworth. En 1937, la actriz aparecería en cinco films del estudio con roles menores, siendo el primero de ellos el drama “Criminal of the Air” (1937). Al año siguiente, Hayworth trabajaría en cinco cintas más de la serie B del estudio.

En 1939, Cohn presionó al director Howard Hawks para que le otorgara a Hayworth un pequeño pero importante papel en el drama de aviación, “Only Angels Have Wings” (1939), el cual estaba protagonizado por Cary Grant y Jean Arthur. La cinta resultó ser todo un éxito, y pronto Hayworth comenzó a recibir cientos de cartas de sus admiradores, por lo que Cohn comenzó a ver a la actriz como la primera estrella oficial del estudio (la Columbia nunca había tenido a una estrella bajo contrato, con la excepción de Jean Arthur quien en ese momento quería desligarse del estudio). De esta forma, Cohn comenzó a darle mejores papeles a Rita en cintas como “Music in My Heart” (1940), “The Lady in Question” (1940), y “Angels Over Broadway” (1940), con el fin de incrementar su popularidad. Incluso permitió que ella participara en la cinta de la MGM, “Susan and God” (1940), co-protagonizada por Joan Crawford. Al año siguiente, Hayworth iría a préstamo a la Warner Brothers donde participaría en el film, “The Strawberry Blonde” (1941), protagonizado por James Cagney y Olivia de Havilland.

Tras el éxito de “The Strawberry Blonde”, la popularidad de Hayworth se disparó convirtiéndola en una de las grandes estrellas de Hollywood. Tan impresionados quedaron los ejecutivos de la Warner con la actuación de la actriz, que de inmediato intentaron contratarla. Sin embargo, Cohn no estaba dispuesto a perderla. Su próxima cinta sería la también exitosa “Blood and Sand” (1941), la cual sería producida por la Fox, el mismo estudio que seis años atrás había desechado a la actriz. Este film marcaría el primero de sus roles de mujer seductora, el cual sería altamente alabado por la crítica. Hayworth regresó en gloria y majestad a la Columbia Pictures para grabar el musical “You´ll Never Get Rich” (1941), junto a Fred Astaire, el cual sería una de las cintas más costosas jamás realizadas por el estudio. Fue tal el éxito de la película, que al año siguiente la actriz nuevamente trabajaría junto a Astaire en “You Were Never Lovelier” (1942). Ese mismo año, Hayworth participaría en dos cintas más; “Tales of Manhattan” y “My Gal Sal”. Pero no todo sería alegría ese año. Cansada de los malos tratos de su marido, quien la amenazaba con golpearla si no le daba dinero, Hayworth pidió el divorcio el 24 de febrero de 1942. Una vez que se separó de Judson, la actriz se vio sin dinero, por lo que tuvo que pedirle alojamiento por un tiempo a su amigo Hermes Pan.

Durante este periodo, Hayworth posó para la Life Magazine con un seductivo negligé. Cuando los Estados Unidos se involucraron en la Segunda Guerra Mundial en diciembre de 1941, la actriz se convirtió en una de las favoritas de los soldados. Rápidamente pasó a ganarse el apodo de “la diosa del amor”. Pese a ser un símbolo sexual, ella se mostró discreta. De hecho, en una ocasión declararía: “todos los demás realizan escenas de desnudos, pero yo no. Nunca realicé películas que involucraran desnudos. No tenía la necesidad de hacer eso. Yo bailé y fui provocativa en algunos aspectos, pero nunca me expuse por completo”. El 7 de septiembre de 1943, Hayworth contraería matrimonio con Orson Welles. Ninguno de sus colegas conocía los planes de la pareja, la cual les avisó a sus más cercanos solo un día antes del matrimonio. Unas pocas horas después de la ceremonia, ambos regresaron a su trabajo en el estudio. Durante esta relación, la actriz tendría a su primera hija, Rebecca. Luego de estar casados durante cinco años, los problemas entre la pareja eran insoportables. Según Hayworth, Welles “no mostraba ningún interés por establecer un hogar. Cuando le sugerí que compráramos una casa, él me dijo que no quería asumir esa responsabilidad. Él me dijo que nunca debería haberse casado en primer lugar; que eso había interferido su libertad y su estilo de vida”.

Para 1944, Hayworth había alcanzado la cima de su fama. Ese año, ella realizó una de sus cintas más conocidas, el musical “Cover Girl” (1944), el cual estaba co-protagonizado por Gene Kelly. Dicho film terminó por posicionar a la actriz como una de las grandes estrellas de la Columbia durante la década de los cuarenta. Aunque su voz era doblada en los musicales, su exuberante estilo al momento de bailar la distinguía del resto de los actores que participaban en los musicales de aquella época. Cohn siguió explotando el talento de Hayworth en las cintas a color: “Tonight and Every Night” (1945), y “Down to Earth” (1947). Su atractivo erótico se destacaría aún más en el clásico del cine negro, “Gilda” (1946), del director Charles Vidor. En dicha cinta, Hayworth realizaría un legendario striptease que la convertiría en un icono cultural y en la femme fatale por excelencia. Uno de los roles más aclamados de la actriz sería el de Elsa Bannister en la cinta de Orson Welles, “The Lady from Shanghai” (1947). La producción sería un fracaso de taquilla, fracaso que sería atribuido al brusco cambio de apariencia de Hayworth, quien se tiñó el pelo rubio además de cortárselo. Dicho movimiento sería realizado a espaldas de Cohn, quien se enfureció una vez que se enteró del cambio de look de la actriz.

Su siguiente película, “The Loves of Carmen” (1948), sería la primera cinta co-producida por la Columbia y la productora de la actriz; The Beckworth Corporation. El film sería todo un éxito, y Hayworth recibiría un porcentaje de las ganancias, maniobra que repetiría en todas las cintas en las que participó hasta 1955, cuando tuvo que disolver su productora para pagar las deudas que mantenía con la Columbia. La actriz había mantenido una tensa relación con el estudio durante años. En 1943, ella fue suspendida sin derecho a sueldo por nueve semanas cuando se rehusó a aparecer en “Once Upon A Time” (1944). Cabe recordar que en aquella época, los actores no tenían la posibilidad de escoger sus proyectos como sucede en la actualidad, y además tenían salarios fijos. En 1945, la actriz nuevamente sería suspendida el día que se enteró que estaba embarazada. En 1947, Hayworth firmó un nuevo contrato con la Columbia el cual le prometía un salario de $250.000 dólares, además del 50% de las ganancias de sus cintas. En 1951, el estudio declaró que había invertido más de $800.000 dólares en propiedades para la actriz, la cual fue nuevamente suspendida en 1952, cuando faltó a las filmaciones de “Affair in Trinidad” (1952), con la excusa de que no le gustaba el guión.

En 1955, ella inició una demanda para así poder librarse del contrato con el estudio. Hayworth declararía; “Harry Cohn pensaba que yo era una de las personas que él podía explotar para así conseguir dinero. Y yo hice un montón de dinero para él, pero no mucho para mi”. La actriz siguió sintiendo resentimiento hacia la figura de Harry Cohn, incluso varios años después de que su carrera había terminado y él estaba muerto. “Él sentía que era mi dueño”, declararía en otra ocasión Hayworth, “Era un hombre muy posesivo conmigo, él no quería que saliera con nadie ni que tuviera amigos. Nadie puede vivir de esa forma, así que lo enfrenté… ¿Quieres saber que es lo que pienso de Harry Cohn? Él es un monstruo”. Aunque Cohn tenía una reputación de ser un hombre difícil, él también tenía razones de sobra para enojarse con la actriz. Él había invertido grandes sumas de dinero en Hayworth antes de que ella comenzara su relación con el Príncipe Aly Khan (que en ese entonces estaba casado), lo que sin duda representaba un riesgo para su carrera, e indirectamente colocaba a la Columbia en una posición incómoda. De hecho, un periódico británico realizó un llamado a boicotear las cintas de la actriz. El mismo Cohn expresaría su frustración con la actriz en una entrevista de la Revista Time. “Hayworth debe valer fácilmente diez millones de dólares en la actualidad. Ella poseía el 25% de las ganancias de sus cintas las cuales además eran exitosas, pero tenía que casarse lo que causó su salida del negocio durante dos o tres años”.

En 1948, Hayworth dejaría su carrera como actriz para contraer matrimonio con Aly Khan, con quien tendría una hija llamada Yasmin. En 1951, mientras aún seguía casado con ella, lo vieron bailando en un club nocturno con la también actriz, Joan Fontaine. Ese mismo año, Hayworth se divorciaría de Khan bajo el pretexto de maltrato psicológico. Durante la lucha por la custodia de su hija Yasmin, Khan declaró que quería que fuera criada siguiendo las costumbres musulmanas. Hayworth por su parte, quería criarla bajo la religión católica. De hecho, la actriz rechazó una oferta de un millón de dólares por criar a su hija como musulmana. La lucha por la custodia de la pequeña fue una de las batallas públicas más grandes de las que se tenga memoria en Hollywood. Hayworth temía que su ex marido secuestrara a su hija para llevársela a su país, por lo que se vio obligada a realizar diversas negociaciones para impedir que esto ocurriera. Lamentablemente, este no sería el último matrimonio desastroso de la actriz. Algunos meses después de divorciarse de Khan, Hayworth contrajo matrimonio con Dick Haymes, un cantante nacido en Argentina que intentó colgarse de la fama de la actriz. Debido a sus problemas económicos y a la falta de papeles que le permitieran extender su estadía en los Estados Unidos, las autoridades intentaron deportarlo. Sin embargo, Hayworth asumiría la responsabilidad de certificar la ciudadanía de Haymes mediante el lazo del matrimonio. Luego de dos años juntos, la actriz decidió separarse debido a los constantes abusos físicos y verbales que recibía por parte de su marido.

Hayworth se casaría por quinta y última vez con el productor James Hill, el 2 de febrero de 1958. Hill sería el responsable de conseguirle el rol de Ann Shankland en la cinta “Separate Tables” (1958), el cual sería una de las últimas interpretaciones aclamadas de la actriz. Luego de tres años de matrimonio, Hayworth pidió el divorcio afirmando que era víctima de violencia psicológica. Algunos años después, Hill escribiría el libro “Rita Hayworth: A Memoir”, en el cual afirmaría que su matrimonio colapsó debido a que la actriz quería que ambos abandonaran el circuito hollywoodense. Sin embargo, Charlton Heston en su libro “In the Arena”, declararía que efectivamente Hill abusaba psicológicamente de la actriz. Tras filmar “Affair in Trinidad” (1952), junto a su gran amigo Glenn Ford, Hayworth participó en “Salome” (1953), y en “Miss Sadie Thompson” (1953), tras lo cual nuevamente se retiró de la gran pantalla durante cuatro años para lidiar con los problemas ocasionados en su matrimonio con Haymes. Hayworth regresaría a la pantalla grande en 1957 con el film, “Fire Down Below” (1957), y con el musical “Pal Joey” (1957), el cual marcaría su última participación al interior de la Columbia.

La última cinta exitosa de la actriz sería el drama, “The Story on Page One” (1959). Durante la década del sesenta, Hayworth continuó trabajando en diversas películas las cuales no tuvieron demasiado éxito. La última cinta de la actriz sería el western, “The Wrath of God” (1972). Tímida y reclusiva, Rita Hayworth era la antítesis de los personajes que interpretaba en la pantalla grande. “Yo soy muy tímida”, dijo en una ocasión, “y sufro de complejo de inferioridad”. La actriz no tuvo una vida fácil. Según Barbara Leaming en su libro, “If This was Happiness: A Biography of Rita Hayworth”, cuando era una adolescente, Hayworth fue víctima de abuso sexual por parte de su padre. Posteriormente, sus matrimonios fallidos no hicieron más que arrastrarla a una espiral de destrucción marcada por el alcoholismo, que terminó deteriorándola por completo. El mito Rita Hayworth se extinguió una fría mañana de invierno de 1976 en el aeropuerto londinense de Heathrow, cuando el mundo esperaba a la diosa del amor de los cuarenta y del avión sólo descendió una mujer irreconocible, envejecida, desaliñada, ausente y muy asustada. Una de las estrellas hollywoodenses más brillantes de la época dorada del cine norteamericano, falleció el 13 de mayo de 1987 a causa del Alzheimer, no sin antes quedar inmortalizada en decenas de películas donde demostró su lado más bello y glamoroso.



por Fantomas.

domingo, 17 de enero de 2010

Judy Garland: Una actriz que nunca pudo encontrar su lugar sobre el arcoíris.

Frances Ethel Gumm, más conocida como Judy Garland, nació el 10 de junio de 1922, en Grand Rapids, Minnesota. Hija de Francis Avent Gumm y Ethel Marion Milne, dos artistas de vodevil, desde pequeña mostró interés en el canto y el baile. Judy debutaría en el teatro de su padre a los treinta meses de edad, junto a sus dos hermanas mayores, Mary Jane y Dorothy Virginia, durante un show navideño donde cantaría el coro de “Jingle Bells”. Acompañadas por su madre en el piano, las Hermanas Gumm se presentaron en el teatro de su padre durante algunos años. Sin embargo, cuando él fue acusado de acoso sexual por uno de los acomodadores del teatro, la familia se mudó a Lancaster, California, en junio de 1926. Una vez en California, Francis compró un nuevo teatro, al mismo tiempo que su esposa comenzó a trabajar para que sus hijas pudieran ingresar a la industria cinematográfica. En 1928, las Hermanas Gumm se matricularon en una escuela de baile manejada por Ethel Meglin, quien además estaba a cargo de la compañía de baile Meglin Kiddies. Tras aparecer en un show navideño, las hermanas participaron en un cortometraje titulado “The Big Revue” (1928). Después participarían en otros cortos como “A Holiday in Storyland” (1929), “The Wedding of Jack and Jill” (1929), y “Bubbles” (1930). La última aparición de las Hermanas Gumm sería en el corto, “La Fiesta de Santa Barbara” (1935).

En 1934, las hermanas que durante algunos años habían visitado algunas de las ciudades más importantes de los Estados Unidos con su espectáculo de vodevil, decidieron cambiar el nombre del trío por el de las “Hermanas Garland” tras la recomendación del productor George Jessel. Fue durante ese periodo que la pequeña Frances cambió su nombre a Judy. En 1935, el trío se separaría y Judy firmaría un contrato con la Metro-Goldwyn-Mayer, supuestamente sin haber tenido que realizar ningún tipo de casting. En un principio, los ejecutivos del estudio no sabían que hacer con Garland, quien a sus trece años era demasiado grande para encarnar papeles infantiles y demasiado pequeña para interpretar roles adultos. Además, la apariencia física de Judy significó todo un dilema para el estudio. Su belleza no encajaba con los parámetros de glamour de las estrellas de la época, lo que terminó desencadenando que la actriz se sintiera poco atractiva en comparación con sus compañeras, causándole una gran ansiedad. Su inseguridad se exacerbo a causa de la actitud del jefe del estudio, Louis B. Mayer, quien solía llamarla su “pequeña jorobada”. Durante sus primeros años en el estudio, Garland sería fotografiada utilizando vestidos sencillos los cuales tenían por objetivo crear la imagen de que ella era la típica “chica de al lado”.


Ella ejercería diversas funciones al interior del estudio antes de participar en el musical “Every Sunday” (1936), junto a la joven artista Deanna Durbin. La cinta sirvió para que ambas actrices llamaran la atención de Mayer. Sin embargo, solo Garland se quedaría en la MGM, mientras que Durbin firmaría un contrato con la Universal. El 16 de noviembre de 1935, mientras se encontraba preparando una presentación en el programa radial Shell Chateau Hour, Garland se enteró que su padre había sido hospitalizado a causa de una meningitis. Frank Gumm fallecería a la mañana siguiente, y Judy cantaría por primera vez “Zing! Went the Strings of My Heart”, canción que posteriormente interpretaría en todos sus conciertos. Garland nuevamente llamaría la atención de los ejecutivos del estudio cuando interpretó la canción “You Made Me Love You”, en la fiesta de cumpleaños que la MGM preparó para el actor Clark Gable; esta interpretación sería similar a la realizada por la actriz en la cinta “Broadway Melody of 1938” (1937), en la cual ella interpreta el tema mirando una foto de Gable.

Cuando la MGM decidió unir a Garland con Mickey Rooney, nació una de las duplas cinematográficas más exitosas de la época. El dúo apareció por primera vez juntos en la cinta, “Thoroughbreads Don´t Cry” (1937), a la que le seguiría “Love Finds Andy Hardy” (1938). Estas serían las dos primeras de las nueve películas que la pareja co-protagonizaría durante los años siguientes. Para poder cumplir con el frenético ritmo de filmación, Garland, Rooney, y otros jóvenes actores, consumían constantemente anfetaminas, y barbitúricos antes de acostarse. Para Garland, el consumo constante de drogas desencadenó una adicción contra la cual batalló durante toda su vida, la cual además profundizó sus trastornos mentales, y la llevó a padecer anorexia, lo que en conjunto eventualmente la terminó llevando a su muerte. Varios años después, Garland declararía que su juventud le había sido robada por la MGM. En 1938, a sus 16 años, tras haber interpretado varios papeles secundarios, Garland obtuvo el papel de Dorothy Gale en “The Wizard of Oz” (1939), una cinta basada en el libro infantil de L. Frank Baum.

En esta película, Garland interpretaría la canción “(Somewhere) Over the Rainbow”, por la cual siempre sería recordada. Aunque los productores Arthur Freed y Mervyn LeRoy siempre quisieron que Garland fuera la protagonista, Louis Mayer intentó pedirle a la 20th Century Fox los servicios de Shirley Temple, los cuales finalmente no serían cedidos por el estudio. Para poder disimular el tamaño de su busto, la joven utilizó un corset especial y un vestido azul, que cumplía la función de hacer ver a la actriz más joven de lo que realmente era. Las filmaciones comenzaron el 13 de octubre de 1938, y culminaron el 16 de marzo de 1939. Tras terminar la cinta, la MGM le comunicó a la actriz que debía embarcarse en una gira por los Estados Unidos para promocionar el film, “Babes in Arms” (1939). Tanto Garland como Mickey Rooney se mostraron poco satisfechos con la gira, la cual los obligaba a realizar cinco presentaciones al día. “The Wizard of Oz” tuvo un gran éxito de crítica, pero no obtuvo tan buenos resultados de taquilla. El dinero invertido solo pudo ser recuperado en 1940 cuando la cinta fue relanzada. Esta actuación, junto a la de “Babes in Arms”, le valió a Judy un Oscar especial a la mejor actriz juvenil. Luego de este reconocimiento, Garland se convirtió en una de las actrices más cotizadas de la MGM.

En 1940, Garland protagonizaría tres cintas: “Andy Hardy Meets Debutante”, “Strike Up the Band”, y “Little Nellie Kelly”. En esta última, la actriz interpretaría su primer rol adulto, el cual consistió en encarnar a una madre y a una hija al mismo tiempo. El doble rol significó todo un reto para ella, ya que debió dar su primer beso en pantalla. El éxito de los tres films, aseguraron el puesto de Garland al interior de la MGM. Durante este periodo, ella mantendría sus primeras relaciones amorosas. La primera de ellas fue con el músico Artie Shaw, a quien la actriz le tenía un gran afecto. Por lo mismo quedó devastada cuando Shaw culminó la relación en 1940, para fugarse con su amante Lana Turner. Cuando cumplió 18 años, Garland comenzaría una relación con el también músico David Rose, quien en ese entonces estaba casado con la actriz y cantante Martha Raye. A petición del estudio, la pareja accedió esperar un año hasta que Rose se divorciara de Raye, tras lo cual contrajeron matrimonio el 27 de julio de 1941. Ella estaba evidentemente más delgada cuando filmó, “For Me and My Gal” (1942), junto al entonces debutante Gene Kelly. Aquí por primera vez, su nombre apareció en los créditos por sobre el título de la cinta, lo que marcó su exitosa transición del mercado adolescente al estrellato adulto.

Cuando cumplió 21 años, Garland optó por aclarar el color de su cabello. Pese a sus notorios cambios físicos, la actriz aún se sentía insegura de su apariencia. Lo que empeoró aún más las cosas, fue la disolución de su matrimonio con David Rose en 1944, luego de que la actriz sufriera un aborto espontáneo. Una de las películas más exitosas de Garland al interior de la MGM sería, “Meet Me in St. Louis” (1944), en la cual interpretaría las canciones “The Trolley Song”, “The Boy Next Door”, y “Have Yourself a Merry Little Christmas”. Vicente Minnelli sería asignado para dirigir esta cinta, y fue él quien solicitó que la maquilladora Dorothy Ponedel se encargara de cambiar la apariencia de la actriz. Garland quedó encantada con el trabajo de Ponedel, razón por la cual exigió que ella se ocupara de su estética durante el resto de su contrato con la MGM. Durante las filmaciones de “Meet Me in St. Louis”, pese a tener una relación tensa en un inicio, Garland y Minnelli comenzaron una relación amorosa la cual terminó en matrimonio en 1945. Un año después, nacería la primera y única hija de la pareja, Liza Minnelli.

En “The Clock” (1945), la actriz obtendría su primer rol dramático. Pese al éxito de crítica y taquilla que tuvo la cinta, los fanáticos de Garland esperaban que ella cantara. Por este motivo, pasarían muchos años antes de que ella participara en una cinta dramática no musical. Otros reconocidos largometrajes de la actriz durante los cuarenta serían: “The Harvey Girls” (1946), en la cual interpretó la canción ganadora del Oscar, “On the Atchison, Topeka and the Santa Fe”; y “The Pirate” (1948). Durante la filmación de “The Pirate”, Garland sufrió una crisis nerviosa y fue internada en una clínica privada. Aunque ella fue capaz de terminar la cinta, en julio de ese año intentó suicidarse por primera vez cortándose las muñecas con un vidrio roto. Durante este periodo, Garland pasó dos semanas en tratamiento al interior del Austen Riggs Center, un hospital psiquiátrico ubicado en Stockbridge. Luego de “The Pirate”, la actriz filmó tres películas más al interior de la MGM: “Easter Parade” (1948), “In the Good Old Summertime” (1949), y su última cinta con el estudio, “Summer Stock” (1950).

Posteriormente, Garland presentaría una serie de problemas emocionales que no le permitieron finalizar algunas de las películas en las que participó. Durante la filmación de “The Barkleys of Broadway” (1949), la actriz comenzó a consumir pastillas para dormir además de morfina. Esto combinado con los constantes dolores de cabeza que sufría, retrasó en varios días el proceso de filmación. Luego de que el doctor personal de la actriz le recomendara acortar su horario de trabajo, el ejecutivo de la MGM, Arthur Freed, decidió suspender a Garland y reemplazarla por Ginger Rogers. Posteriormente, Judy sería seleccionada para interpretar el rol protagónico en el film, “Annie Get Your Gun” (1950). Antes de comenzar las filmaciones, se mostró muy preocupada por su apariencia física, ya que no sabía como lo haría el director Busby Berkeley para que sus dañados brazos no se vieran mal en pantalla. Ella comenzaría a llegar atrasada al set de filmación, mientras que en otras ocasiones ni siquiera se molestaba en asistir. Esto le ocasionó una nueva suspensión en mayo de 1949, y terminó siendo reemplazada por Betty Hutton. Más tarde obtuvo un papel en “Royal Wedding” (1951), pero nuevamente sería suspendida por sus constantes ausencias.

En 1951, Garland se divorció de Vincente Minnelli. Ese mismo año comenzó una relación sentimental con Sidney Luft, quien se convertiría en su manager. Luft organizaría una serie de conciertos en el Reino Unido, lo que le dio la oportunidad a la actriz de visitar Inglaterra, Escocia, y Irlanda. En octubre de 1951, Garland presentaría un espectáculo de vodevil en el teatro Palace de Broadway. Dicho espectáculo resultó ser todo un éxito, y llegó a ser descrito como “uno de los grandes triunfos personales en la historia del mundo del entretenimiento”. Garland recibiría un premio Tony por su contribución al resurgimiento del vodevil. La actriz y Luft se casaron en 1952, y ese mismo año Garland tuvo a la primera hija de la pareja, Lorna. El éxito profesional y personal de Judy durante este periodo se vieron opacados por una entrevista que dio su madre al periódico Los Angeles Mirror. En dicha entrevista, la mujer reveló que mientras su hija estaba ganando una pequeña fortuna en Broadway, ella tenía un trabajo de escritorio en una compañía aérea por $61 dólares a la semana. Judy y su madre estuvieron distanciadas durante años, y la actriz llegó a declarar que su madre “sólo era buena para generar caos y miedo”, y la acusó de despilfarrar el dinero que había ganado durante su niñez y su adolescencia.

En 1954, Garland filmó un remake musical del film de 1937, “A Star is Born”, para la Warner Bros. Luft y Garland produjeron la película a través de su productora Transcona Enterprises, mientras que la Warner financió los costos de producción, y facilitó sus instalaciones y equipo. La cinta dirigida por George Cukor y co-protagonizada por James Mason, marcaba el esperado regreso de la actriz al cine. Sin embargo, a medida que las filmaciones avanzaban, ella comenzaría a repetir el comportamiento mostrado durante sus últimas producciones al interior de la MGM. Los costos de producción aumentaron, lo que causó el enojo de la cabeza del estudio, Jack Warner. Al momento de su estreno, la cinta gozó del beneplácito de la crítica y del público. Pese a las medidas adoptadas por Jack Warner, el film de todas formas no logró recuperar lo invertido, lo que significó el fin de la relación entre la Warner y la productora de la actriz. Garland sería nominada al Oscar a la mejor actriz por su actuación en la cinta. El mismo día de la ceremonia de los Oscar, Garland se encontraba en el hospital a punto de dar a luz a su hijo, Joseph Luft, razón por la cual un equipo de televisión se encontraba en la habitación de la actriz preparado para televisar el discurso de aceptación del galardón en caso de que ella lo ganara. Lamentablemente, la actriz terminó perdiendo el Oscar a manos de Grace Kelly, pese a que era la favorita del público y la crítica.

Tras divorciarse de Luft, comenzó una lucha por la custodia de sus hijos. Más tarde participaría en cintas como “Judgment at Nuremberg” (1961), por la cual obtendría una nueva nominación al Oscar; “Gay Purr-ee” (1962), y “A Child is Waiting” (1963). Su último film, “I Could Go On Singing” (1963), en cierta forma reflejó su propia vida debido a que tuvo que interpretar a una famosa cantante. A principios de 1955, Garland apareció en numerosos especiales de televisión. El primero de ellos fue una emisión especial del programa Ford Star Jubilee, el cual era el primer programa emitido a color por la cadena CBS. Tras firmar un contrato por tres años con la cadena, participó en una edición en vivo del programa General Electric Theater, el cual fue transmitido en 1956 antes de que su esposo y representante se enfrascara en una discusión con la CBS con respecto al rumbo que tomaría la carrera de Judy. En 1956, Garland se presentó durante cuatro semanas en el New Frontier Hotel de Las Vegas, por un salario de $55.000 dólares a la semana, convirtiéndose en la artista mejor pagada de Las Vegas.

A pesar de sufrir de laringitis, sus conciertos fueron todo un éxito, razón por la cual sus presentaciones se extendieron por una semana más. En noviembre de 1959, Garland fue hospitalizada a causa de una hepatitis aguda. En enero de 1960 cuando fue dada de alta, los doctores le anunciaron que sólo tenía cinco años de vida y que quizás no podría volver a cantar. Aunque en un principio sintió alivio tras escuchar su diagnóstico, debido a que “por primera vez en su vida no sentía presión”, la salud de Garland mejoró considerablemente en los meses siguientes, y para agosto de ese año, volvió a presentarse Inglaterra. Fue tan calurosa la acogida del público londinense, que ella anunció su intención de mudarse permanentemente a Inglaterra. De su exitoso concierto en el Carnegie Hall en abril de 1961, salió el disco en vivo titulado, “Judy at Carnegie Hall”, el cual permaneció durante trece semanas en el primer puesto de la revista Billboard, y le valió cinco premios Grammy, incluyendo el de mejor álbum del año y mejor vocalista femenina. En 1961, Garland y la CBS establecieron un nuevo acuerdo que establecía la participación de la actriz en nuevos especiales de la cadena.

El especial “The Judy Garland Show”, fue emitido en 1962 y contó con la participación de Frank Sinatra y Dean Martin. Posteriormente, Garland firmaría un contrato por 24 millones de dólares para filmar un programa semanal de televisión llamado “The Judy Garland Show”, el cual debutó el 29 de septiembre de 1963. Pese a que la serie tuvo una buena aceptación por parte de la crítica, fue cancelada luego de 26 episodios debido a que competía con la exitosa serie “Bonanza” (1959-73), emitida a la misma hora por la cadena NBC. La cancelación del programa significó un duro golpe personal y financiero para la actriz, quien nunca se recuperó de todo de este fracaso. Al poco tiempo después, Garland regresó a los escenarios, donde su actuación más notable sería en compañía de su hija Liza, en noviembre de 1964. El concierto fue transmitido por la cadena televisiva británica ITV, y marcaría una de las últimas presentaciones de Garland en Inglaterra. Posteriormente ella aparecería en programas como “The Ed Sullivan Show”, “The Tonight Show”, “The Hollywood Palace”, y “The Merv Griffin Show”, donde en este último oficiaría como anfitriona invitada.

En 1963, Garland comenzó con los trámites para divorciarse de Sid Luft, aludiendo a que su marido en varias ocasiones la golpeó mientras estaba borracho, y que había intentado llevarse a sus hijos a la fuerza. En 1964, Garland realizaría una serie de conciertos en Australia que no serían bien recibidos. De hecho, durante su segunda presentación en ese país, su concierto comenzó una hora después de lo previsto, lo que causó la indignación de los 70.000 espectadores que asistieron al show, quienes convencidos de que la artista estaba borracha, la abuchearon durante toda su presentación que sólo duró 45 minutos. Tras llamar “brutos” a los asistentes a dicho concierto, Garland se presentó en Sydney sin mayores inconvenientes. Después de que se le diagnosticara pleuresía, la actriz anunció que se casaría con el promotor de conciertos Mark Herron, con quien finalmente contrajo matrimonio el 14 de noviembre de 1965. En febrero de 1967, Garland fue escogida para interpretar a Helen Lawson en la cinta de la Fox, “Valley of the Dolls” (1967). En ese entonces, se rumoreaba que el personaje de Neely O´Hara de la novela en la que estaba basada la cinta, estaba inspirado en la vida de Garland. Debido a que la actriz no asistió a los ensayos, terminó siendo reemplazada por Susan Hayward.

En el mes de julio regresó al teatro Palace de Nueva York, para realizar 16 conciertos junto a sus hijos Lorna y Joey Luft. A partir de 1969, su salud se fue deteriorando de manera más notoria, y en marzo de ese año realizó su último concierto en la ciudad de Copenhagen. Ese mismo mes contrajo matrimonio con el empresario Mickey Deans, tras divorciarse de Herron en febrero de 1969. Sería Deans quien la encontraría muerta el 22 de junio de ese año en el baño de su casa en Londres. Pese a que en un comienzo se mencionó que la causa de su muerte había sido una sobredosis de barbitúricos, la versión oficial señaló que la cantante y actriz falleció a causa de un paro cardiaco accidental a sus 47 años de edad. A pesar del éxito que gozó durante su carrera, Judy Garland tendía que lidiar con sus frecuentes crisis nerviosas, sus repentinos cambios de humor, sus ataques de ansiedad, y sus abundantes y terribles crisis depresivas. Se sospecha que además padecía de alucinaciones, lo que terminó hundiéndola aún más en el consumo de alcohol y drogas, lo que la obligó a asistir a terapia hasta el final de su vida. La actriz y cantante pasó de ser una promesa infantil a una de las estrellas más importantes al interior de la MGM, gracias a su calidad interpretativa y a su entrega en la pantalla grande. Hoy en día, Judy Garland es una figura icónica, que pese a la vida tormentosa que tuvo, supo exhibir su talento indiscutible como actriz y cantante, gracias a lo cual jamás será olvidada.





por Fantomas.

domingo, 10 de enero de 2010

Especial: La Historia de la Censura en Hollywood.

La censura en Hollywood es tan antigua como la instalación de sus estudios. Todo comenzaría en 1915, cuando la Suprema Corte de los Estados Unidos determinó que las películas no eran una forma de arte, sino que solo eran un artículo de comercio cuya única función era generarle ganancias a los involucrados en la realización de estas, y que por lo tanto no estaban amparadas por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. La Corte además temió que gracias a la popularidad de las producciones cinematográficas, estas pudieran ser utilizadas con “fines malignos”. Poco después de esta decisión, en distintas ciudades se comenzaron a aprobar normas prohibiendo la exhibición pública de películas "inmorales", haciendo temer a los grandes estudios cinematográficos la inminente aparición de regulaciones estatales o federales. Ya para 1921 existían comités de censura en 36 Estados, todos comandados por grupos conservadores cristianos. Cabe destacar que todo esto sucedía en un época ambivalente, donde estaba prohibido el consumo de alcohol (controlado por mafias), y al mismo tiempo comenzaban a emerger ciertas libertades civiles como el voto femenino y la masificación de los espectáculos.

Según Gregory D. Black, autor del libro “Hollywood Censurado”, las temáticas tocadas por el cine de la época asustaron a los grupos conservadores porque “temían que algunas cintas le enseñaran a los inmigrantes y a los trabajadores a hacer huelgas o delitos si es eso lo que veían en la pantalla, ya que estos no serían capaces de distinguir la realidad de esta nueva forma de entretenimiento”. La crisis se acrecentó cuando a principios de la década del veinte, tres grandes escándalos azotaron Hollywood; los juicios por homicidio y violación que tuvo que enfrentar la estrella cómica Roscoe Arbuckle; el asesinato del director William Desmond Taylor en febrero de 1922, y las revelaciones acerca de su bisexualidad; y la muerte relacionada con el consumo de drogas del actor Wallace Reid en enero de 1923. A estos casos se sumaron las muertes por consumo de drogas de las actrices Olive Thomas, Barbara La Marr, Jeanne Eagels, y Alma Rubens, lo que desencadenó que muchos grupos conservadores pidieran la aplicación de censura a la industria hollywoodense durante gran parte de la década del veinte. Estas historias fueron tratadas de manera sensacionalista por la prensa, lo que colaboró con el hecho de que muchos norteamericanos comenzaran a percibir a Hollywood como la “ciudad del pecado”.


Fue entonces cuando la Iglesia Católica tomó la batuta. Según el mismo Black, “la influencia que tenía en ese entonces sobre sus fieles, unido a que ciertas ciudades como Nueva York, Boston, o Detroit tenían mayoría católica, hizo que Hollywood temiera un eventual boicot”. Las protestas de los espectadores que percibían un alto grado de inmoralidad en Hollywood y en sus producciones, y la percepción de la autorregulación por parte de la industria como la única manera de salvaguardar su inversión, llevaron a que en 1922 se creara la Asociación de Productores y Distribuidores Cinematográficos de los Estados Unidos (la misma que en 1945 se transformaría en la Asociación Cinematográfica de los Estados Unidos), la cual sería presidida por William H. Hays. Nacido en 1978, Hays no era un desconocido. Había sido presidente del Partido Republicano, cabeza de la campaña del Presidente Warren Harding, y se había desempeñado como director general de correos. Como tenía algunos contactos con ejecutivos de Hollywood, fue considerado como el hombre adecuado para garantizar la moralidad en los términos que buscaba la nueva Asociación de Productores.

En 1927, Hays compiló una lista temas los cuales según su experiencia con los distintos comités de censura existentes en los Estados Unidos, era conveniente que los estudios de Hollywood evitaran a toda costa. Él nombraría a esta lista como “la fórmula”, aunque sería popularmente conocida como “los no y los ten cuidado”. En 1930, Hays creó el Studio Relations Committee (SRC) con el fin de implementar su código de censura. Sin embargo, el SRC carecía de la capacidad para imponer dicho código. Pese a esto, durante este periodo, Hays, quien era una mezcla de guardián, comisario, e inquisidor, se convirtió en el gran salvador de la industria. De hecho, en 1926 la revista Life le otorgó su portada. Pero la Iglesia todavía no estaba conforme porque el hombre operaría sólo con advertencias y no con imposiciones. Era evidente que faltaba ir más allá. Con la llegada del cine sonoro en 1927, y cuando la industria cinematográfica pasa a ser la única industria firme en medio de la Gran Depresión, las tensiones entre los grupos conservadores y los estudios aumentaron.

El cambio de las temáticas cinematográficas que gatilló la Depresión (donde los espectadores se agolpaban para rendirse ante el magnetismo de mafiosos interpretados por James Cagney, o para ver como mujeres codiciosas no tenían problemas con utilizar su sensualidad para conseguir sus objetivos), conllevó a que la Iglesia pidiera la creación de una comisión que confeccionara una lista que parara con la “masacre a la inocencia”, y que además “purificara el cine”. Sería Martin Quigley, un publicista de un periódico de Chicago, quien comenzaría a supervisar la realización de un código más extenso que no sólo indicara que material era inapropiado para las películas, sino que además contuviera un sistema moral basado en la religión católica, el cual las películas tendrían la misión de promover. Él reclutaría al Padre Daniel Lord, un sacerdote jesuita e instructor de la Universidad Católica de St. Louis, para escribir un código que en 1930 sería adoptado formalmente por Asociación de Productores y Distribuidores Cinematográficos. En 1934, y tras un acuerdo unánime, todos los estudios de Hollywood se sometieron sin peros a la MPPDA y al flamante Código del Pudor.

Una de las enmiendas del código, no sólo estableció la Administración del Código de Producción (PCA), sino que también estipuló que todos los films lanzados a partir del primero de julio de 1934, tendrían que ser sometidos a una certificación antes de poder ser estrenados. La primera cinta en obtener el sello de aprobación de la MPPDA, sería “The World Moves On” (1934), del director John Ford. El código quiso expurgar de la pantalla la criminalidad, la sexualidad y la vulgaridad. Decía que “no se autorizará ningún film que pueda rebajar el nivel moral de los espectadores”. Prohibía cualquier desnudo o baile. Además restringía el asesinato y la venganza. Por más de treinta años, prácticamente todas las películas producidas en los Estados Unidos se ciñeron al código. Cabe destacar que el infame código Hays no fue creado por un estamento federal, estatal, o gubernamental, sino que fue adoptado por los estudios hollywoodenses con la esperanza de que este puñado de normas les ayudara a evitar la censura por parte del gobierno, dando a entender que preferían la autorregulación a la regulación de terceros.

En 1934, Joseph I. Breen sería designado como la cabeza de la nueva Administración del Código de Producción. Bajo la atenta mirada de Breen, el código de producción pronto se volvió rígido y comenzó a cobrar importancia. Breen tenía la capacidad de cambiar guiones a su antojo, lo que no tardó en molestar a muchos guionistas, directores, y magnates hollywoodenses. La primera intervención importante del Código de Producción involucraría a la cinta, “Tarzan and His Mate” (1934), donde se incluían algunas breves escenas de desnudos que involucraban a la doble de cuerpo de la actriz Maureen O´Sullivan, las cuales finalmente serían eliminadas del negativo del film. El código comenzó a debilitarse a fines de los cuarenta, cuando algunos temas tabú como el abuso sexual y las relaciones amorosas entre personas de distinta raza fueron tratados en “Johnny Belinda” (1948), y “Pinky” (1949) respectivamente. Los estudios se mantuvieron dentro de los confines del código hasta fines de los cincuenta, época para la cual la era dorada de Hollywood había terminado, y las películas comenzaban a experimentar distintas amenazas. La primera de ellas sería la emergente televisión, la cual no requería que los espectadores se movieran de sus casas para poder ver imágenes en movimiento. La industria cinematográfica necesitaba ofrecerle al público algo que no pudieran obtener en la televisión, un medio que estaba controlado por una censura aún más restrictiva que la impuesta por el código.

Además de la amenaza que significaba la televisión, también se comenzó a generar una mayor preocupación por la creciente distribución de películas extranjeras de directores como Vittorio de Sica y Ingmar Bergman, las cuales tocaban temas que el código mantenía bajo siete llaves. Cuando los estudios se percataron de que no podían impedir la llegada de películas extrajeras, y que estas no estaban sometidas al código de producción, no les quedó más opción que comenzar a ignorar el código si querían seguir obteniendo ganancias. Sería esta misma polémica la que terminaría pavimentando el camino para que muchos realizadores independientes pudieran exhibir sus cintas sin mayores inconvenientes. En 1951, la MPAA revisaría nuevamente el código. Sin embargo, contrario a lo que se podría pensar, su objetivo no sería confeccionar un código más flexible, sino que pretendían rigidizar aún más el ya existente. De esta revisión saldrían más palabras y temas que comenzarían a ser prohibidos, lo que generó una mayor oposición de parte de varios realizadores a este nuevo código.

En 1952, la Corte Suprema revocó de manera unánime la decisión tomada en 1915, amparando a la industria del cine bajo la Primera Enmienda. Esta medida redujo la amenaza de una eventual regulación por parte del gobierno, por lo que el poder de la PCA sobre la industria hollywoodense se vio fuertemente disminuido. Para 1954, con Hays fallecido y con Breen retirado de la PCA, directores como Samuel Fuller, Otto Preminger, Elia Kazan y Stanley Kubrick, se atrevieron a desafiar al código. Para fines de los cincuenta, un buen número de cintas con temas controversiales comenzó a inundar la pantallas, como por ejemplo “Anatomy of a Murder” (1959), “Suddenly Last Summer” (1959), y “Some Like it Hot” (1959), entre otras. Si bien la MPAA les otorgó a regañadientes el sello de aprobación a estas producciones, de todas formas exigió que se realizaran algunos cambios. Ya para principios de los sesenta, los films comenzaron a lidiar con temas adultos y temáticas sexuales que no habían sido vistas en Hollywood desde principios de los treinta. En 1966, en “Who´s Afraid of Virginia Woolf?”, se escuchó decir por primera vez “hijo de puta”. El código ya no daba el ancho y se desplomó al año siguiente.

Fue ahí donde comenzó a operar el actual sistema de calificación por edad, y aunque en los setenta Hollywood pareció reivindicar la crudeza y la valentía del cine precódigo, los criterios comerciales (que ahora buscaban audiencias masivas) continuaron atados a la autocensura. Para Gregory Black, el código de todas formas dejó huellas. “R significa una calificación para mayores de 16 años y la calificación NC significa esencialmente que la película no se proyectará en grandes salas, sino sólo en circuitos independientes cuyo tamaño impide que la película pueda ser rentable”. Curiosamente, el tema de la censura hoy gravita en un factor que no tiene nada que ver con la mojigatería. Durante los últimos años, a raíz del descenso de la edad cronológica y mental del mercado objetivo de la industria cinematográfica, Hollywood se ha vuelto preadolescente y familiar. A diferencia de lo acontecido en los setenta, cuando el éxito de una cinta estaba asociado a que tan rupturista y provocadora esta era, hoy mientras más blancas sean las temáticas, mejor. Irónicamente, probablemente en la actualidad William H. Hays tendría menos trabajo que el que tuvo hace más de cuarenta años.

El decálogo de Hays:
1. No se autorizará ningún film que pueda rebajar el nivel moral de los espectadores. Nunca se
conducirá al espectador a tomar partido por el crimen, el mal o el pecado.
2. Los géneros de vida descritos en el film serán correctos, teniendo en cuenta las exigencias particulares del drama y del espectáculo. Un amor impuro nunca debe parecer atractivo o hermoso.
3. La ley, natural o humana, no será ridiculizada y la simpatía del público no irá hacia aquellos que la violentan. Además, la figura de Cristo será tratada con respeto. Cristo no es tema para una comedia.
4. Las exhibiciones del cuerpo, incluyendo el ombligo, están prohibidas. También se prohíbe el desnudo y la exposición de los órganos genitales de los niños, así sean recién nacidos.
5. El buen gusto y la delicadeza deben regir la utilización de los dormitorios. Evitar dar demasiada importancia a la cama.
6. No debe presentarse a la institución del matrimonio como antipática. El adulterio y todo comportamiento sexual ilícito no deben ser mostrados explícitamente ni ser justificados por su aspecto atractivo.
7. No está permitido para los hombres quitarse el pantalón. Si el argumento de la película así lo exige, puede mostrarse ya sin la prenda, pero en ropa interior adecuada.
8. La técnica del asesinato deberá ser presentada de manera de no suscitar la imitación. No se mostrarán los detalles de los asesinatos brutales. La venganza no será justificada.
9. El tráfico clandestino de drogas y el uso de éstas no será mostrado. Fuera de las exigencias propias de la trama y de la imagen de los personajes, no se dará lugar al alcohol en la vida estadounidense.
10. Las técnicas del robo, de la perforación de cajas fuertes y el dinamitado de trenes, minas y edificios no deben ser detalladas.









por Fantomas.

domingo, 3 de enero de 2010

Kim Novak: Las idas y venidas de la sensual Kim Novak

Marilyn Pauline Novak, más conocida como Kim Novak, nació el 13 de febrero de 1933 en Chicago, Illinois. Su padre era profesor y empleado de la industria de ferrocarriles, y su madre era profesora. Mientras asistía al Farragut High Academy, Novak ganaría una beca para el Instituto de Arte de Chicago. Después de terminar el colegio, ella comenzó a trabajar como modelo para distintas tiendas de ropa. Más tarde terminaría recibiendo una beca en una academia de modelaje mientras continuaba trabajando como modelo. Novak además trabajaría como ascensorista, vendedora y asistente dental. Después de conseguir un empleo como vocera de una compañía de refrigeradores, Novak se mudó a Los Ángeles donde continuó trabajando como modelo. Con 21 años de edad, Marilyn Novak tuvo su primer contacto con el cine cuando apareció por breves segundos en la cinta de la RKO, “The French Line” (1954), interpretando a una modelo. Eventualmente, ella fue descubierta por un agente de talentos de la Columbia Pictures, el cual consiguió que Novak realizara una prueba de cámara para el estudio.

En ese entonces, el jefe del estudio, Harry Cohn, estaba buscando a una bella mujer que pudiera reemplazar a la rebelde y problemática Rita Hayworth. Fue así como Novak firmó un contrato por seis meses con el estudio. Los ejecutivos de la Columbia estaban decididos a convertir a la rubia actriz, en su propia versión de Marilyn Monroe. Inmediatamente surgió el tema de que hacer con su nombre. Ni Novak ni los ejecutivos de la Columbia deseaban colgarse de la enorme popularidad de Marilyn Monroe, por lo que el primer nombre de Novak debía ser cambiado. La primera opción fue cambiarlo por Kit Marlowe, algo con lo que no estuvo de acuerdo. Tras varias conversaciones, ella y el estudio finalmente acordaron que su nombre artístico sería Kim Novak. Acto seguido, Cohn le pidió que bajara de peso, y que comenzara a utilizar ropa interior. Ella luego comenzaría a tomar lecciones de actuación, las cuales se encargó de costear personalmente. El debut de Novak al interior de la Columbia sería en el thriller “Pushover” (1954), co-protagonizado por Fred MacMurray y Philip Carey. Aunque este dista de ser su mejor rol, su belleza captó la atención de críticos y espectadores por igual.


Luego interpretaría el rol de la mujer fatal en la cinta, “Phffft!” (1954), protagonizada por Judy Holliday, Jack Lemmon, y Jack Carson. Novak recibiría numerosas críticas positivas por su actuación en dicha cinta. Por otro lado, los espectadores estaban deseosos por ver a una nueva estrella, por lo que la actriz pronto comenzó a cosechar una legión de seguidores. Luego de tener prácticamente un mero cameo en el film “Son of Sinbad” (1955), protagonizó el drama “5 Against the House” (1955). Tras interpretar a Madge Owens en “Picnic” (1955), cinta co-protagonizada por William Holden, Novak ganó el Globo de Oro a la actriz nueva más prometedora. Además obtuvo una nominación a la mejor actriz extranjera en los premios británicos BAFTA. Para su siguiente película, la Columbia al enviaría a préstamo a la United Artist, donde filmaría “The Man with the Golden Arm” (1955), junto a Frank Sinatra. La siempre insegura Novak requeriría de múltiples tomas al momento de filmar cada escena, lo cual afortunadamente no se refleja en la pantalla. La cinta sería un éxito, y dos años más tarde volvería a compartir escena con Sinatra en el film, “Pal Joey” (1957), donde también trabajaría Rita Hayworth.

Novak previamente participaría en el drama musical “The Eddy Duchin Story” (1956), junto a Tyrone Power; y en el drama biográfico “Jeanne Eagles” (1957), junto a Jeff Chandler. La popularidad de la actriz llegó a tal punto, que el 29 de julio de 1957 se convirtió en la portada de la Revista Time. Ese mismo año, decidió irse a huelga como forma de protestar por los $1.250 dólares de salario a la semana que recibía. En 1958, Novak protagonizaría el thriller clásico del director Alfred Hitchcock, “Vertigo”, junto a James Stewart. La verdad es que Hitchcock esperaba que la actriz Vera Miles protagonizara el film, pero cuando esta tuvo que abandonar la producción luego de enterarse que estaba embarazada, al director no le quedó más opción que contratar a Novak. Durante la primera mitad de la cinta, ella interpreta a una elegante y aproblemada rubia llamada Madeleine Elster. En la segunda mitad, interpreta a una humilde morena llamada Judy Barton. Hasta el día de hoy, el film sigue siendo considerado como una obra maestra del suspenso romántico, aunque la actuación de Novak por otro lado, recibió diversas críticas. Mientras que algunos críticos catalogaron su interpretación como “algo más que competente”, otros no dudaron en afirmar que “era una de las mejores actuaciones femeninas que se habían visto en el cine”.

Luego de terminar “Vertigo”, Novak se reunió con James Stewart y Jack Lemmon en “Bell, Book and Candle” (1958), una comedia acerca de una bruja moderna que no obtuvo buenos resultados de taquilla. A fines de los cincuenta, la actriz entablaría una breve relación amorosa con el actor y cantante Sammy Davis Jr. En 1960, ella co-protagonizaría junto a Kirk Douglas el drama “Strangers When We Meet” (1960). Durante la filmación de dicha cinta, la actriz gozaría de una gran libertad en el set debido a que ella estaba involucrada sentimentalmente con el director del film, Richard Quine. Dicha libertad se traducía en que la actriz constantemente les realizaba sugerencias a distintos miembros del equipo de filmación acerca de como realizar su trabajo. Sin embargo, cuando Novak trató de sugerirle a Kirk Douglas como debía actuar, él se sintió ofendido y de inmediato se generó una tensa relación entre ambos actores. El siguiente film de Novak, “The Notorious Landlady” (1962), sería la cuarta y última vez que trabajaría junto al director Richard Quine.

En 1962, Novak se embarcó en la producción, cuando junto a la compañía Filmway Productions decidió producir la cinta “Boys´Night Out” (1962), co-protagonizada por James Garner y Tony Randall. Esta película marcaría un cambio en la carrera de la actriz, quien al no recibir el apoyo del público ni de la crítica, decidió tomar menos roles para así poder participar en otro tipo de actividades. Durante este periodo, ella rechazaría variados roles que intentaban explotar su sexualidad. Además rechazó una buena cantidad de roles dramáticos en cintas como “Breakfast at Tiffany´s” (1961), “The Hustler” (1961), “Days of Wine and Roses” (1962), y “The Sandpiper” (1965). Dos años después de su última cinta, interpretó a la vulgar mesera Mildred Rogers en el remake del drama de W. Somerset Maugham, “Of Human Bondage” (1964). Ese mismo año, protagonizaría la comedia romántica de Billy Wilder, “Kiss Me, Stupid” (1964). La cinta sería alabada por la crítica, y algunos años más tarde ganaría el estatus de film de culto. Luego de interpretar un rol en la película, “The Amorous Adventures of Moll Flanders” (1965), Novak decidió tomarse un descanso de tres años de la industria hollywoodense.

En 1965, Novak contraería matrimonio con el actor inglés, Richard Johnson. Tras un año de matrimonio, la actriz pidió el divorcio, aunque de todas formas mantuvo una buena relación con él. El regreso de la actriz estaría marcado por su doble interpretación en el film, “The Legend of Lylah Clare” (1968), del director y productor Robert Aldrich. La cinta obtendría pésimos resultados. Lo mismo sucedería con su próximo trabajo, “The Great Bank Robbery” (1969), del director Hy Averback. Estos nuevos fracasos la mantuvieron alejada de la gran pantalla durante cuatro años. Tras filmar el mediocre telefilme, “The Third Girl From the Left” (1973), junto a Tony Curtis, la actriz participó en la cinta de terror, “Tales That Witness Madness” (1973), del director Freddie Francis. Novak incursionaría nuevamente en el género del horror con el telefilme, “Satan´s Triangle” (1975). En 1976, Novak contraería matrimonio con el veterinario Robert Malloy, con quien pasaría el resto de su vida junto a sus dos hijastros en un rancho en Oregon. Ya para estas alturas, la carrera de la actriz se encontraba en su punto más bajo. Luego de participar en el mediocre western, “The White Buffalo” (1977), interpretó a Helga en la cinta, “Just a Gigolo” (1978), protagonizada por David Bowie.

El rol de Lola Brewster en la adaptación de la novela de Agatha Christie, “The Mirror Crack´d” (1980), es tal vez uno de los más importantes que interpretó durante la última etapa de su carrera. En los años siguientes, Novak aparecería esporádicamente en distintos telefilmes de calidad variable. Junto a James Coburn, protagonizaría el telefilm “Malibu” (1983), tras lo cual participó en uno de los episodios de la segunda versión de la serie, “Alfred Hitchcock Presents” (1985). Uno de sus últimos roles sería el de Kit Marlowe (que curiosamente era el nombre artístico que había rechazado al comienzo de su carrera) en la serie de televisión, “Falcon Crest” (1986-87). Su última aparición cinematográfica sería en el thriller, “Liebestraum” (1991). Lamentablemente, la actriz tendría una serie de problemas con el director de la cinta, Mike Figgis, lo que se traduciría en la remoción de sus escenas. En una entrevista concedida el 2005, Novak admitió que su conducta con Figgis había sido poco profesional. Durante ese mismo periodo, la actriz rechazó múltiples roles tanto en el cine como en la televisión. Desde que abandonó la actuación, Novak se ha a dedicado a diferentes actividades artísticas como la pintura, la escultura, y la fotografía. Una rara mezcla de frialdad y sexualidad ayudó a Kim Novak a convertirse en una de las estrellas más taquilleras de Hollywood entre 1950 y principios de los sesenta. Sus regresos esporádicos durante los setenta y los ochenta, no lograron igualar el encanto intoxicante que la actriz ejerció sobre el público algunos años antes. Su ausencia en los medios solo ayudó a incrementar su fama de leyenda, además de preservar su estatus como una de las actrices más misteriosas y atractivas que pisaron el Hollywood postguerra.

PD: El blog vuelve a funcionar de manera regular, esta vez solo con un artículo por semana por razones de tiempo. Espero que todos hayan tenido una feliz Navidad y un buen inicio de año, saludos y espero sus comentarios.



por Fantomas.

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